viernes, 29 de junio de 2012

hoy un niño con retraso de crecimiento intrauterino la madre es fumadora habia fumado antes de ser hospitalizada para el trabajo de parto, ¿por que? el vicio supera el instinto materno de proteccion?
hoy una comadrona contaba su experiencia en libia, estaba en una zona de maximo riesgo pero como estaba tan concentrada en su labor no lo tomo en cuenta, ¡que vivan las comadronas¡.

domingo, 24 de junio de 2012

EL QUIPUS Y LA COMADRONA


  EL QUIPUS  Y LA COMADRONA






Era primero de mayo del 2001 me dirigía a un pueblo muy lejano llamado Pampas pertenece al departamento de Huancavelica Perú, iba a realizar mi servicio rural urbano marginal (serum), a un puesto de salud que estaba cerca de la plazuela del pueblo; contábamos con muchos profesionales como: médicos, enfermeras, radióloga, odontólogo y yo que soy Obstetriz.

Recién había terminado la universidad, tenía toda las ganas de trabajar era una alegría mezclado con miedo sin contar el frió que caracterizaba a esta zona de la sierra.

Cuando me iba  acercando al pueblo en el único bus que subía, soñaba que los pobladores me esperarían con banda de músicos andinos, como contaban colegas que pasaron  por aquí años atrás, cuando llegue al pueblo mire por la ventana del bus, podría describir un lugar rural lleno de vegetación como si estuviese viendo una pintura rupestre,  a mi alrededor habían muchos valles, praderas ¡oh Dios que hermoso lugar¡ buscaba a la gente que en mi pensamiento me estaban esperando, miraba a un lado y al otro pero me di con la sorpresa que el único que estaba y me dio la bienvenida fue el ladrido de un perro, el pobre estaba hueso y pellejo; el bus me dejo cerca del centro salud; baje me llamo la atención la pared de la parte de afuera del centro, me la quede mirando pude ver la pintura de una madre amamantado a su bebe con una obstetra a su costado, pero el rostro de la obstetriz estaba borrado y pensé quien habría hecho tremenda travesura, respire hondo casi como un suspiro  por fin me anime a entrar, encontré a la enfermera una mujer de unos 40 años me miro y me dijo:¡me llamo Vilma¡ saludándome con un beso en la mejilla, ella era alta de tez blanca, con una mirada angelical; yo Camila ¡qué alegría encontrar una cara amiga¡, ella se sonrió y me dijo ¡qué gusto conocerte¡, ahora vamos donde el jefe que te está esperando; pude ver de lejos al médico jefe era un hombre un poco grueso de cabello negro con lentes de medidas, tenía cara de pocos amigos, estaba reunido parecía que hablaba con gente importante; apenas me miro no salió de su boca un saludo, Vilma entro en su oficina le hablo en el oído y el médico jefe dijo que se prepare que se va de circuito, ¿Qué es un circuito? me pregunte en voz baja, en cuanto Vilma salió del consultorio le pregunte qué quería decir eso, me explico que era  algo parecido a un campamento medico; ahí realizaban visitas a pueblos lejanos, donde no habían centros de salud ni nadie quien pudiera atender la salud de los pobladores, normalmente se realizaban chequeos médicos, podíamos estar de una a tres semanas; luego Vilma me llevo a conocer a los demás veía como la enfermera serumista una chica joven de unos 23 años, Tez oscura, cabello negro y una mirada de preocupación; preparaba una mochila enorme me miro y me dijo; soy Amelia me dio una sonrisa forzada, muy cerca de ella estaba el médico serum era un hombre pequeño parecía muy delicado, se sonrió me dio la mano y me dijo te estábamos esperando mi nombre es Roberto, mas allá estaba el odontólogo era un hombre ya mayor de unos 40 años muy delgado, tenía la manía de tocarse la nariz me dijo soy Francisco, mientras se aseguraba el pasador de sus zapatos; yo veía como  todos ellos preparaban su bolso para salir, me miraban me hacían bromas y comentarios sin sentidos como; ¡no vale desmayarse¡ o ¡vomitar por el camino¡ cosas así, en ese momento se acerco la enfermera Vilma me dio una mochila y mientras me arreglaba el cuello de la chaqueta me decía ten mucho cuidado, no te fíes de los chicos son un poco bromistas y alocados;  prepárate lleva mucha ropa, abrigo, comida para el camino y todo tu instrumental de parto  para que atiendas a las mujeres de los pueblos.

Mientras acababa de alistar mi ropa y todo lo que necesitaría, entro Amelia al consultorio diciendo ya estamos saliendo Camila  apresúrate, si no llegaremos de noche y eso no nos conviene, deje mis maletas en el cambiador de ropa de mujeres, me coloque la mochila, salimos del centro médico de lejos me despedí de Vilma; poco a poco íbamos entrando por un camino muy angosto y empinado; los chicos me miraron y me dijeron ahora empieza lo bueno Camila; cuando empecé a subir las montañas cada vez mas y mas alto sentía que me faltaba el aire por la altura, Amelia  la enfermera serum decía, así es al inicio Camila ya te irás acostumbrando; yo llevaba unas zapatillas poco aptas para este tipo de caminatas, me resbalaba mucho y emocionalmente no estaba preparada para esto; el médico serum y el

odontólogo  caminaban muy rápido se adelantaron, decían que así se cansaban menos, nos quedamos atrás la enfermera y yo, ella me contaba lo duro que era ir a los pueblos a realizar el servicio rural que los pacientes eran muy exigentes, cuando en eso escuchamos como se estremecía el suelo por el taconeo de un animal, pensé que era un caballo que estaba cabalgando; cuando volteo a mirar era un toro de color negro, ojos rojos presentaba  furia venía embalado como si fuera un rayo, Amelia la enfermera serumista que iba delante corrió, yo detrás de ella, solo pensaba como esquivarlo o como me ayudaría el tener la mochila en la espalda, me veía atravesada por  sus cuernos; ¡oh dios¡ exclame eso no me puede estar pasando, cuando mire buscando donde esconderme, me di cuenta que no había a donde huir solo siguiendo el camino ya que a la derecha había una montaña lleno de plantas espinosa, por el lado izquierdo una  pradera inclinada hacia abajo que finalizaba en un río, corríamos desesperadamente, Amelia decía ¡corre Camila¡ no pares, hasta que un hombre apareció de la nada le hizo un sonido con la boca y lo obligo a parar, mi corazón latía tan rápido parecía que se saldría por la boca, llorando me senté en medio del camino pensando que esto no incluía en mi experiencia como obstetriz y en voz baja decía, porque no hice caso a mi familia que me aconsejaba quedarme en la ciudad de Lima; Amelia me miraba y me decía a eso me refería Camila cuando te decía que la vida era dura en este lugar, ¡vamos¡ ¡levántate¡ me dijo ofreciéndome su mano como ayuda, continuamos subiendo por el camino angosto después de estar andando por más de 2 horas, un hombre que venía a nuestro encuentro con un burro dándole con un látigo en el lomo, paso de manera imprudente nosotras nos hicimos a un lado, en eso el burro rebuzno y como un reflejo por nuestra presencia pateo, retrocedimos lo dejamos pasar yo dije muy enfadada a la enfermera Amelia, ¿qué pasa aquí no respetan a nadie?; Amelia  respondió que para ellos nadie era más importante que sus animales.

Paramos a descansar, nos sentamos a tomar un poco de agua y en eso pude ver a lo lejos, un pueblo muy bonito; todo era verde pero no se veía a nadie fuera de sus casas ¿será por el frió que hacia?, después de 4 horas andando por fin llegamos al pueblo de Salcabamba; en ese lugar no había luz ni agua potable, hacia un frió intenso, el presidente de la comunidad el señor Demetrio nos dios la bienvenida, ya conocía a todos, Roberto le dijo Demetrio te presento a Camila la obstetriz el hombre me dio la mano, un beso en la mejilla y me dijo ¡mucho gusto doctora¡ aquí hay tres gestantes embarazadas mañana podrá verlas, se veía en su rostro felicidad de vernos; Demetrio exclamo ¡pronto oscurecerá¡ será mejor que cenen y luego descansen, mañana empezaremos temprano, nos ofreció una casita tipo cabaña, una lámpara de kerosén y dos mantas para cada uno, cuando mire al fondo habían unas pieles de cordero disecado tirados en el suelo, ¿esa es mi cama? pregunte con resignación, pero era lo que ellos humildemente podían ofrecernos para descansar felizmente llevábamos bolsas de dormir, a mi lado estaba la enfermera, en la otra esquina el odontólogo y Roberto el médico serum; todos ya estaban tan acostumbrados que ni bien se metieron en la bolsa se quedaron dormidos profundamente, yo no pude pegar ojo solo pensaba en mi  familia, en mi casa, en mi cama en lo abrigadita que estaría ahí pensé y pensé hasta que por fin pude dormir.

Era de madrugada, cuando sentí una mano que tocaba mi hombro con desesperación y me dijo; señorita obstetriz despierte el médico la está llamando parece que hay una emergencia, desperté espantada en la oscuridad de la noche, le pregunte ¿donde está Roberto? en el consultorio de campaña doctora, camine con la manta por encima cubriéndome todo el cuerpo llevaba una linterna en la mano, de lejos pude ver a Roberto  estaba con una mujer embarazada que gritaba de dolor, mire al otro lado estaba Amelia colocándole una vía endovenosa, pregunte con preocupación ¿que pasa? y el médico respondió, paciente de nombre Rosa tiene 23 años con 36 semanas de edad gestacional, presenta dolor abdominal tipo contracción uterina; lo mire fijamente con asombro y luego nos echamos a reír porque es

la manera como nos enseñan a presentar a una paciente en los hospitales, así que le pedí que nos relajáramos un poco ya que se trataba de un parto normal a término, quiero decir  que el bebe podía nacer en cualquier momento, me puse a preparar mi equipo de parto, mi ropa estéril de cirugía que siempre llevaba; le pedí a Amelia la enfermera que me consiguiera agua tibia mientras yo examinaba a mi paciente, al realizarle el tacto vaginal pude llegar a la conclusión que la paciente tenía 4 cm. de dilatación, las contracciones eran intensas y continuas escuche los latidos fetales con un fetoscopio que es parecido a un cuernofono, lo coloque encima del abdomen por debajo del ombligo tenía 145 latidos por minuto estaba normal, le observe la línea de alba y la tenía muy pintada de color marrón gruesa, exclame ¡parece que se asoma una nenita¡  todos me miraron de manera extraña y la paciente  dijo ¡que Dios la oiga doctora¡ porque tengo 4 varones, yo pensé para que abrí la boca; cuando ya veíamos  la luz del día, nace una bebe robusta con un llanto vigoroso que estremeció todo mi cuerpo, pude conocer el milagro de la vida era el primer parto que atendía sola, al inicio parecía que nunca acabaría pero luego supe que estaba preparada para esto; Cuando ya nos quitábamos la ropa quirúrgica Amelia me pregunto, ¿cómo sabes que sería niña Camila? Le respondí cuando hice mi internado ósea mis practicas pre profesionales había un ginecólogo que se llamaba Juan era todo un maestro, me explico que esa línea de alba se encuentra en el abdomen empieza desde el ombligo y finaliza cerca al pubis, cuando es gruesa es porque el feto es una niña y si el grosor de la línea es delgada es un niño; Amelia se sonrió y cuando estaba a punto de formularme otra pregunta entro el odontólogo y nos dijo, chicas vamos a tomar desayuno que pronto empiezan a llegar los pacientes y sin descanso alguno empezamos  atender.

Pero la historia inicia cuando empecé a relacionarme con las mujeres gestantes (embarazadas), era tan distinta su forma de pensar, sus costumbres a comparación de las mujeres de la ciudad de Lima; Un día llego una señora se llamaba Nélida, lo mas resaltante aparte de sus costumbres era que llevaban vestidos típicos de los pueblo de la sierra llamadas “polleras” era unas falda muy coloridas bordadas a mano, por debajo llevaba 3 0 4 falditas delgadas de color blanca una debajo de la otra esto le daba forma y elegancia, también llevaba una blusa llamativa y un sombrero grueso que cubría su cabellera para protegerlas del frió, la invite a sentarse y le pregunte ¿cuántos hijos tienes Nélida? con voz temerosa me respondió es mi octavo hijo, todos mis  partos los  atendido la partera del pueblo, deseo que ella  vuelva atender este parto me dijo de forma tímida, le pregunte señora Nélida ¿por qué no busca esta vez a la partera?, ¿por qué entonces viene al puesto de salud? le pregunte de manera sutil,  la señora Nélida con un rostro sonrojado y cabizbaja respondió, mi esposo me ha dicho que el no va a pagar el seguro de salud agrario para que yo no lo utilice, la mire con mucha ternura porque era sincera como un niño; luego  empecé  a explicarle cómo íbamos a controlar su embarazo, cuando llego la hora de realizarle el tacto vaginal le dije vamos a examinarla, deberá quitarse la falda para ver como viene tu bebe si de cabeza o de pies, ella respondió no señorita, no estoy acostumbrada no lo voy hacer, solo puedo hacerlo delante de mi  esposo; entendí sus costumbres así que me las ingenie para realizar el tacto vaginal con todas sus polleras, era difícil porque no dejaba visualizar ni realizar bien el tacto vaginal al acabar le dije tu bebe está bien, así que solo hay que esperar, le di la cita para su próximo control que sería dentro de 7 días por que ya se encontraba en la última semana de embarazo. Amelia Roberto y yo seguíamos atendiendo a nuestros pacientes día a día, habían pasado una semana y Nélida no llegaba a su control, decidí ir a verla a su casa antes que me ganara la partera del pueblo, tome mi maletín donde guardo todo lo que podría necesitar en un parto repentino, le dije Amelia vamos a ver a la señora Nélida ya está en su fecha probable de parto y aun no ha llegado a su control, luego busque al presidente del pueblo que era el único que tenia carro y nos podía llevar de visita domiciliaria, así que le dije señor Demetrio nos lleva donde la señora Nélida, si doctorcita suban, subimos al carro cuando estábamos en la carretera que se dirigía a la casa de la señora Nélida, vimos un hombre que venía jalando de un burro donde se encontraba una mujer sentada venían en sentido contrario, así que dije señor Demetrio baje la velocidad quiero ver si es la señora Nélida, ahí estaba la paciente, le hice señas al hombre para que se detuviera vimos a Nélida sentada muy tranquila, nos refirió dolor abdominal leve decidimos con Amelia llevarla al centro de salud, cuando la señora Nélida bajo del burro salió corriendo hacia los sembríos y vaya que corría, salí detrás pero era imposible no corría tan rápido como ella, se puso en posición de cunclilla (arrodillada) y no había suplica que la moviera de los sembríos, yo deseaba llevarla al carro prefería que naciera ahí que en los sembríos lleno de abono, en mi poca experiencia como obstetriz jamás había atendido un parto en cuclillas, al final decidí  colocar la sabana estéril en el sembrío para que el bebe tuviera donde nacer, mientras Amelia cogía a la señora Nélida de la espalda sirviéndole de apoyo, yo me senté en el suelo buscado la mejor posición para recibir al bebe, cuando todos terminamos de colocarnos adecuadamente el bebe salió como el destello de una estrella pero por suerte cayo en mis manos, tuve que hacer una maniobra para colocarle la pinza en el cordón umbilical y así poder limpiar su nariz y boca para que pudiera respirar, a los pocos segundos se escucho un llanto que en mis oídos sonaba a melodía, rápidamente corte el cordón umbilical , este era mi segundo parto atendido en el pueblo pero ya pensaba en  la hermosa profesión que había escogido, no estuve totalmente tranquila hasta que lleve al bebe y a la señora Nélida al campamento de salud para poder revisarla bien y terminar con la Salida de la placenta, Roberto el médico serumista se encargo de revisar al bebe, una vez que acabe de examinar a la señora Nélida la puse cómoda  en una cama que teníamos provisionalmente, cuando me estaba retirando Nélida me dijo ¡Dios la bendiga doctora¡ voltee la mire, y le dije no tienen por qué señora Nélida y haber si elige algún método anticonceptivo, se sonrió pero no me dio una respuesta.











DE REGRESO AL PUEBLO DE PAMPAS



Luego de estar un par de semana en el poblado de Salcabamba debíamos regresar a Pampas, esta vez el camino me pareció más fácil aunque empezó a llover y la tierra húmeda impedía que bajáramos rápido, Roberto y yo nos habíamos hecho más amigos él se tomaba su tiempo para caminar, iba contándome de lo mucho que le costó adaptarse a este lugar, que estaba a punto de renunciar al igual que yo cuando subía a Salcabamba.

por fin llegamos a Pampas donde nos esperaba el médico jefe, esta vez parecía más amable recibió a todo el personal de salud que veníamos de circuito cansados y hambrientos, tomamos el desayuno que había enviado a prepararnos no saben las delicias que veían mis ojos unos tamalitos calientes con pan recién echo y leche de vaca todo eso me pareció un manjar, cuando acabamos de desayunar se acerco el médico jefe y dijo quiero pedirte disculpa porque  cuando viniste no te pude dar la bienvenida, estaba en una reunión muy importante así que me presento ahora mi nombre es Alberto te doy la más cordial bienvenida extendiéndome la mano, su mirada era profunda como queriendo leer mis pensamientos le respondí el saludo con una sonrisa tímida insegura, Camila ya sabes donde está la residencia de serumista mira ahí al frente terminando el camino, tu habitación esta a lado de la habitación de Roberto, luego miro a la enfermera Amelia y le dijo por favor acompáñala así se acomoda de una vez y a las 9 de la mañana empieza la atención, normalmente es a las 8 de la mañana pero como recién llegan de circuito merecen acicalarse.

Entre a mi habitación, había dos camas de plaza y media, un closet donde podía colocar mi ropa, la ventana daba para un jardín que dirigía a la lavandería entro Amelia y me dijo ¿te gusta tu habitación? más o menos le respondí y la otra cama ¿para quién es? Pregunte, esa cama esta por si viene alguien de visita  y con una mirada misteriosa me dijo sabes que aquí murió una enfermera, ¿tu como lo sabes? le pregunte, me contó una técnica de enfermería que se fue después que yo llegara, dicen que fue por un ataque cardiaco por que vio algo que la asusto muchísimo; ¿que vio  Amelia? Le pregunte, dicen que algo muy feo pero la verdad nadie está seguro que le paso, aquí se va la luz a cada rato muchas veces nos quedamos a oscuras, eso puede prestarse para cualquier situación, me quede pensando en lo mucho que odiaba la oscuridad y la fobia que me ocasionaba, en eso entro de forma inesperada el médico serumista Roberto dijo ¡ey chicas vengan nos esperan los pacientes, andando¡.

A diario me atendía 25 pacientes, entre gestantes y no gestantes era agotador el día a día; cuando era la hora de comer siempre solíamos ir todos en grupo era más divertido nos reuníamos Alberto el médico jefe, Roberto medico serums, Amelia y Vilma las enfermeras y yo; una tarde de manera repentina entro al puesto de salud un hombre se le veía cansado de correr casi asfixiado, estaba eufórico y nos aviso que su mujer estaba embarazada; que en cualquier momento nacería el bebe, ¡vamos a traer nuestro material de parto¡ le dije Amelia y ella con un gesto de cansancio me siguió, los demás de forma sarcástica nos decían provecho chicas ya les traeremos comida, así que nos fuimos con el señor se le veía muy nervioso hablaba poco el castellano pero lo suficiente para entenderlo me dirigí a el y le pregunte ¿cómo se llama usted? Y me respondió  Arturo señorita, Amelia me dijo este hombre no tiene buena cara esta muy nervioso, así que decidí preguntarle ¿señor Arturo es su primer bebe? si señorita es el primero, mire Amelia ella movió la cabeza como entendiendo el porqué de los nervios de Arturo; al poco tiempo llegamos a su casa, entramos pude observar que la estaba atendiendo la partera y una señora ya mayor parecía la madre de la paciente, como todo iba bien decidí quedarme al margen y no intervenir en la atención de parto, la verdad era sorprendente la manera como las mujeres andinas paren a sus bebes, ingrese a su habitación pude observar un cuero de carnero tirado en el suelo, la embarazada traía una faja en su vientre y del techo colgaba una soga que amarraba una botella, le pregunte a Arturo para que se colocaba esa faja y para que servía todo eso, el respondió que  la partera le colocaba la faja para ayudar al bebe que continuara bajando del vientre y no tenga

oportunidad de subir y complicar el parto, la soga y la botella era para que ella pueda jalar la soga cuando desee pujar, la botella para que sople en el momento de salir la placenta y no quede dentro del vientre, me quede atónita por todo lo que me contaba; pero algún fundamento debía tener la partera para realizar todo ese ritual; luego la señora empezó a quejarse más de lo normal, los gritos  no eran de dolor de parto, los gritos eran como si algo se le desgarra por dentro, pregunte Arturo ¿Qué tiempo lleva pujando? Me miro y me dijo mucho tiempo doctora por eso decidí ir a verla, camine hacia la paciente y dije señora voy ayudarla y  ella  grito aléjese para eso está ella señalando a la partera, me quede sorprendida, me sentí mal pero mi propósito y mi función era evitar una muerte materna, ya que en este lugar muchas de las mujeres morían en el momento del parto, deje mi orgullo de lado, continué ahí parada mirando todo el ritual que realizaba la partera luego ella empezó a gritar en quechua “qamay“,” qamay” que quiere decir puja, puja y mientras ella estaba en cuclillas le daba la soga para que la jalara y a la vez pujara, llego el momento que ya no podía hacerlo porque estaba agotada, me suponía que llevaría muchas horas de trabajo de parto eso me lo decía su rostro pálido y deshidratado, solo pensaba en colocarle cloruro de sodio en la vena para hidratarla, pero lo único que hice fue gritar ¡se va a desmayar¡ no siga, continué gritando una y otra vez  ¡se va a desmayar¡, todos voltearon a mirarme la paciente dijo antes de desmayarse, likay kaq wañuy que quería decir veo la muerte; así que volví a gritar dejen que la voy atender se va a morir, la partera me cogió de los brazos impidiéndome que la atendiera y me gritaban chiki, sawka que quería decir mal agüera o que traía la muerte y me miraban como eso, como si yo fuera la muerte, que arrebataría a su familiar de las manos, así que antes que me echaran de la casa le dije Amelia ve llama al fiscal del pueblo y a Roberto  porque esta señora se nos muere; ya  habrán escuchado esta frase antes esta era mi primera experiencia como obstetriz, pero eso no te lo enseña la universidad eso te lo Indica la intuición como profesional capacitada a veces me preguntaba porque estudiaba tanto para traer un chamaco al mundo y ahora veía la respuesta. Amelia salió corriendo a llamar al fiscal para que el  fuera testigo del asunto; la paciente seguía desmayada, no veía la hora de que viniera el médico y el fiscal, me mordía las uñas de los dedos de la mano y movía la cabeza de manera negativa mientras miraba como le daban aire con un papel de  periódico viejo que tenían por ahí, le dije a Arturo ¿por qué no le dices que me deje atenderla? y el respondió lo que dice la partera es una orden si ella no te deja es por algo, fue entonces cuando entro el fiscal de manera súbita y se presento soy el fiscal Alonso Díaz, el médico mando a decir que viniera aquí, ¿que es lo que pasa?; entonces le explique lo que sucedía el fiscal dijo en voz alta dirigiéndose a la partera, si se muere el bebe o la madre tu vas a tener que responder por sus muertes, entonces tanto la abuela como la  partera se alejaron de la paciente y me dejaron examinarla, tome los latidos fetales, no se auscultaban pensé que eran por mis nervios ya que escuchaba mas mi propio corazón que latía a cien por hora, cuando le realice el tacto vaginal me di cuenta que era un parto gemelar, el primer bebe venia de pie y estaba atascado con el segundo ¡oh Dios¡ exclame la gestante sangraba mucho; como agua que cae del grifo, la única manera de sacar a los bebes era a través de una cesárea y en el centro médico no realizaban este tipo de operaciones, tenía que llevarla a la ciudad más cercana que era  Huancayo, estaba a dos horas de Pampas en ese momento la Subimos al carro que había traído el  fiscal, la acomodamos; Roberto llego me pregunto ¿que pasa Camila?, por fin llegas Roberto la paciente entro en shock sube al carro, acompáñame a la ciudad, Roberto subió de inmediato se despidió del fiscal, toda esta situación parecía interminable,  pensé que se moriría en mis manos Roberto y yo hacíamos de todo, le administramos suero a chorro un frasco tras otro, en el otro brazo de la paciente le colocamos un reemplazo sanguíneo, ya no sabíamos que mas hacer; la señora despertó me miraba y me decía ¡usted tiene la culpa¡ para que llego yo no la llame; respiraba con dificultad lo único que quería es que se mantuviera despierta, iba haciéndole preguntas, intentaba que me respondiera pero no había forma, Roberto le tomaba las funciones vitales; la carretera no estaba asfaltada y el carro no hacía más que saltar la paciente se me iba durmiendo le colocamos oxigeno; hasta que por fin llegamos al hospital,  estaban esperándonos con una camilla, Roberto entrego a la paciente a su homologo y se la llevaron de inmediato a sala de operación, nosotros nos quedamos en sala de espera a que nos dieran alguna noticia, luego nos avisaron que los bebes habían muerto y que la madre estaba en estado de coma; en ese momento pensaba si podría continuar luchando contra la idiosincrasia de las personas del pueblo donde me enviaron a trabajar y venia con toda la ilusión del mundo hacerlo.

Roberto me quedo mirando y me dijo no te sientas mal has hecho lo que debías si no la traíamos se nos moría en su casa.

Tomamos el carro de regreso a Pampas, cuando llegamos el médico jefe nos miro con cara de pena y con voz molesta nos dijo que sea la última vez que se van de emergencia sin mi permiso, ahora vayan a la residencia coman algo y descansen que mañana será otro día.

Eran las 8am, entre mis pacientes había una señora muy bien vestida esposa del alcalde del pueblo de Pampas, la señora se llamaba Violeta; venia a su control mensual y siempre seguía mis consejos al pie de la letra, era profesora en el colegio de primaria de Pampas, cuando estaba con ella apareció inesperadamente un hombre gordo, tenía la nariz que parecía la de un pavo; la auxiliar Elsa toco la puerta y  dijo discúlpame Camila pero este señor tiene apuro de hablar contigo; moví la cabeza y le dije  déjalo pasar, el señor cerró la puerta  como si fuera su casa, cogió su panza y empezó a decirme yo conozco a Violeta, el hijo que lleva es mío lo único que quiero es que lo pierda ¿usted me entiende verdad?, es que yo soy casado civil y católico, además mi esposa me cortara los huevos, luego me quitara todo lo que tengo por qué Ud. sabe que la mitad del pueblo de a lado es mío, así que dígame cuanto me cobrara por deshacerse de este embarazo pídame lo que quiera, cuanto deseas que te pague 1000, 2000 ,3000 soles; me puse muy seria para mí era un insulto tenía unas ideas muy conservadora y nunca paso por mi cabeza realizar un aborto, le dije lo siento mucho pero mi labor es que este bebe llegue a nacer, si usted quiere otra cosa esta hablando con la persona equivocada, Violeta empezó a llorar como los niños y le pregunte ¿quieres abortar a tu bebe Violeta?, no me respondió; en eso el gordo panzón me dijo aquí se hace lo que yo quiero doctora por si no lo a entendido, yo muy molesta le respondí en este consultorio no va hacer lo que usted quiera señor, se rió sarcásticamente y dijo ¿de quién crees que es este puesto de salud?, la silla donde tu culo está sentado ¿de quién crees que es?, cada vez estaba más molesta pero no podía dejarme llevar por mi rabia; le dije ¡salga de aquí¡ ¡por favor¡ hubo un segundo de silencio y  el hombre gordo con la cabeza decía que no se movería, así que dije entonces la que se va soy yo; me pare, Salí  me dirigí rápidamente al consultorio de Alberto el médico jefe entre  a su consultorio sin avisar y le dije hay un hombre  en mi consultorio ordenándome que realice un aborto, el doctor se levanto de la silla  y dijo ¿quién es? el señor Hidalgo; no se le respondí pero te voy avisando que no lo haré; caminamos hacia mi consultorio entramos, miramos como ese señor zarandeaba a Violeta y le decía ¿cómo te lo hago entender? ¿Qué no quiero ese hijo? y ella le decía pero ya te he dicho el bebe no es tuyo y la empezó a golpear, Alberto lo cogió de la mano diciéndole eso si no te lo permito Hidalgo, vamos a mi consultorio y se lo llevo, el hombre con su dedo gordo me señalo diciéndome  tu como sigas contrariándome no sabes lo que te puede pasar, ¿Cómo me estas amenazando?, Alberto intervino diciendo Camila tranquila ya nos vamos, Violeta se fue detrás del como si fuera un cachorro detrás de su amo, me senté pensando quien era ese hombre, no era el alcalde a él ya lo había visto por foto, y por que el gordo panzón decía a voces que el bebe de Violeta era de el, no lograba comprender pero no podía perder más tiempo, tenía que continuar atendiendo a mas de 10 paciente  que esperaban impacientes.

Había empezado mal el día después de comer entro sonriendo Elsa la auxiliar de enfermería y me dijo ahí viene el médico de la sierra alta, con una paciente creo que está embarazada, salí corriendo venia hacia mí el médico un hombre alto muy guapo, traía en brazos a una mujer, era una señora que estaba embarazada y se quejaba de dolor; le dije colócala en la camilla, luego Salí del consultorio buscando a Elsa la mire y le dije  trae el material  de siempre y también el material de sala de parto, volví a entrar al consultorio, el médico  de la sierra alta me dijo ¡hola obstetriz¡ te traigo una paciente tiene 8 cm. de dilatación, iba de camino a Huancayo hasta que le hice un tacto vaginal y su trabajo de parto esta muy avanzado, es su primer bebe; yo me sonreí y le dije tranquilo no te preocupes que te ayudo atenderla, si pero hay algo que lo complica dijo el medico mientras yo me colocaba la bata de sala de parto, ¿de qué hablas? le pregunte, el medico me miro respondiéndome creo que viene de pie, ¿qué?  ¡No puede ser¡ ¿y es primeriza? Pregunte y el médico  con la cabeza acento, ¡joder¡ las cosas se complican de verdad, vaya día que llevo; el medico me miro y me dijo ¿no me digas que te paso algo peor que esto?, respire hondo y le dije algo similar, cuando examine los latidos fetales del bebe estaban bien dentro de lo normal, le hice el tacto vaginal y era cierto venia en posición podálica, podía tactar el culito del bebe intentaba recordar las maniobras que siempre me han enseñado y también los partos podálicos que había atendido en el hospital con ayuda del ginecólogo; joder dije es verdad viene de nalga mire al medico con preocupación, después de un silencio me dice me llamo Pablo y me extendió la mano yo Camila le respondí mostrándole mi mano enguantada se sonrió y se sonrojo como un tomate, Camila traje a la señora Gloria al centro de salud por que era mejor atenderla aquí que por el camino lleno de tierra, sin nadie quien me ayude de pasada te conocía, ya que todos no hacen mas que hablar de ti, vaya no sabia que era tan famosa y me eche a reír, bien le dije vamos a prepararnos ponte la bata y los botines para entrar a sala, luego me dirigí a la paciente y le dije ¡hola Gloria¡ mi nombre es Camila voy atender tu parto, debo decirte que esta complicado por que viene de potito o de culo y vas a tener que ayudarme; me cogió de la mano y me dijo  señorita la ayudo en lo que usted me diga pero saquéelo ¡por favor¡ duele mucho, cuando volví a examinar el bebe ya estaba en el canal del parto, veía como su nalga se acercaba cada vez mas, vamos a darle su tiempo para que salga del todo le dije a Pablo, llame Amelia y le dije que me calentara un campo estéril o una mantita estéril para coger al bebe, en eso la paciente cerro sus piernas y grito así no puedo parir señorita, quiero hacerlo de rodillas por amor a Dios; le intente de explicar que debía hacer una maniobra difícil y que por favor se quedara echada,¡ no¡ grito la paciente se paro y de manera rápida, se fue a una esquina del consultorio, ahí se puso a pujar la mire y una vez mas tuve que ambientar la sala de parto para atenderla como ella deseaba, solo pensaba el tiempo que tenia tan solo 10 segundos para reaccionar, todo esto me hizo pensar por que el gran porcentaje de las mujeres se atendían con la partera y no con la obstetriz, me di cuenta que era por que la partera las atendía de la manera que ellas querían en cuclillas, en la cama en el agua donde mejor ellas se encontraban, no tenían que seguir unos parámetros, ni protocolos así que recordé a una obstetriz del hospital donde hice mi internado ella decía:

“cuanto mas cómoda esta la paciente mas fácil será atender un parto podálico“, así que tire mi campo estéril al suelo la paciente se arrodillo, Pablo cogio a la paciente por debajo de sus brazos e hizo de soporte, cogi el paño tibio para que el bebe por reflejo no hiciera  hiperflexión de cabeza y brazos y se atascara, deje que saliera su cuerpo, lo cogi ayude a sacar el brazo izquierdo, tire suavemente su cuerpo hacia abajo y hacia atrás para que saliese la cabecita de manera suave y rápida; Amelia tomo al bebe en sus brazos mientras yo me sentaba y cortaba el cordón umbilical, terminamos de atender el parto, respire hondo  pensé que me desmayaría antes de que naciera el bebe, pero gracias a dios nada de eso paso, nació un bebe fuerte grande con llanto vigoroso, gloria me agradeció y Pablo también; mientras sacaba la placenta  Pablo me confeso que le daba mucho miedo atender un parto de este tipo, por que una vez vio atender un parto podálico donde quedo

Atascado la cabeza del bebe y murió, yo le dije eso suele pasar  pero gracias a dios a nosotros no, acabe con el parto de Gloria, me fui a quitarme toda la ropa de parto y lavarme las manos, fue cuando  pensé en buscar a la partera.











Una partera con hidalguía



 La partera era un personaje importante en el pueblo, me preguntaba ¿donde vivía?,¿Dónde podría encontrarla?; estábamos todos reunidos le dije Pablo ¡vamos a comer¡, el respondió no puedo Camila vine rápido y no traje la billetera, Amelia dijo no te preocupes  el medico jefe paga, todos se echaron a reír y el medico jefe movió la cabeza y dijo vamos yo invito, pero solo a Pablo ¡eh¡  fuimos a comer todos los del centro medico y como de costumbre empezaron a ser bromas, Roberto decía el día mas negro de Camila, le hubieras dicho al gordo que te pagara la comida para todos, no me hacia  mucha gracia sus bromas porque todo lo que me paso el día de hoy me hizo pensar lo bueno y lo malo de mi trabajo, ¿que piensas? pregunto Amelia, pensaba donde vive la partera no se nada de ella después del percance que tuvimos, no la veo ni siquiera se como se llama y nadie me da razón, por que no vas al municipio seguro que ellos saben algo, su dirección o donde trabaja, eso hice me dirigí a la alcaldía que estaba en la plazuela del pueblo, subí las escaleras cuando llegue había en el mostrador un joven con mirada extraña a lado de el había una plaquita que decía informes, me le acerque y le pregunte 

puede facilitar el nombre y la vivienda de la partera del pueblo, claro me dijo es la señora Clementina vive en la montaña cerca de una gruta donde se encuentra la virgen de la aparecida ¿sabe donde queda señorita?, respire profundamente y le hice un gesto con la cabeza diciéndole que no, bueno me dijo tiene una sobrina que trabaja en uno de los  puestos del mercado, pregunta por Sandra vende medicinas Tradicionales, ella te llevara donde la partera Clementina, cuando estaba saliendo de la alcaldía escuche que gritaban ¡doctora¡, voltee venia corriendo el joven de los informes todo agitado, me dijo la partera esta en el segundo piso si le urge verla, ¡muchas gracias¡ exclame,  camine hacia las escaleras pensando que le diría cuando la tuviera frente a mi, cuando llegue al segundo piso había mucha gente formando cola para realizar pagos distintos no podía reconocer a la partera, aquella mujer que se negaba a que le ayudara atender el parto gemelar y tuve que llamar al fiscal, trataba de recodar su rostro pero con los nervios de ese día no me había percatado de ella, me acerque a la ventanilla de pagos todos empezaron a silbar pensando que me estaba saltando la cola, así que no me quedo mas que decir en voz alta estoy buscando a Clementina, la partera del pueblo; me dijeron que estaba aquí, todos guardaron un silencio sepulcral nadie decía absolutamente nada, hasta que una señora de cabello negro muy largo que le llegaba hasta la cintura, bien peinado y brilloso, con una mirada profunda y gestos de pocos amigos respondió soy yo que desea, ¡hola¡ le dije soy Camila la obstetriz del centro de salud, quería hablar contigo, te acuerdas de mi, ella me miro con gesto de rivaldia y me dijo claro Camila cuando quieras hablamos, entonces te espero en la jugueria de enfrente donde la señora Filomena, bien me respondió,  pasaron 10 minutos Clementina ingreso a la jugueria, todas las mujeres que se encontraban dentro le hacían reverencia haciendo un gesto con la cabeza, ella andaba con una hidalguía en su postura me dijo soy toda oídos doctora, siéntate Clementina quería hablarte de mi relación con las mujeres del pueblo, sabes como es la ideología de las pacientes embarazadas en este lugar, así que deseaba aclarar algunos puntos contigoy así poder trabajar juntas, de que punto habla doctora, en primer lugar no soy doctora soy obstetriz, pero si deseas iniciar una amistad conmigo llámame Camila, me miro con cara de aburrida así que trate de resumirle mi propuesta y le dije quiero que me ayudes  a ganarme  la confianza de las pacientes del pueblo, si no perderé mi trabajo a cambio yo te enseñare como prevenir muchas enfermedades de las mujeres y  poder reconocer un parto anormal  donde deberás pedir la presencia de un   medico, ella sonrió y me dijo eso me gusta me extendió la mano yo le acepte, le ofrecí un jugo especial que estaba echo de fresa, papaya, zanahoria, remolacha, miel de abeja y algarrobina ella me miro firmemente a los ojos, le dije que pasa Clementina me respondió ten cuidado Camila aquí hay muchas personas que te quieren ver lejos, pueden hacerte daño; yo pensando que hablaba de los pacientes entonces le respondí si Clementina por eso te pido que me ayudes a ganarme la confianza de las gestantes y ella me respondió no te hablo de los pacientes te hablo de gente poderosa; cuídate por favor se levanto y dijo mañana voy al centro de salud a verte y se fue, desde entonces empezamos a trabajar juntas; nuestro principal objetivo era evitar muertes maternas y de recién nacidos así que desde entonces las pacientes venían a mi consultorio y me decían la señora Clementina dice que debo hacerme mi primer control de embarazo con usted con gesto de inconformidad.

Con ayuda de Clementina sabia lo que ellas querían, algunas me pedían que fuera a su casa a realizarles el control pre natal por que no sabia donde dejar a sus otros hijos o que les atendieran su parto en cuclillas otras en su cama, yo tenia que ingeniármelas para hacerlo, parece muy fácil como lo cuento pero cuando se es la primera vez no sabes si saldrá bien o no, pero tenia que hacerlo por la comodidad de la paciente y por la mía también.

Cuando empecé a entender que no podría luchar contra las ideas y costumbres de las mujeres de los andes del Perú  y venir a imponer mis ideas, si no todo lo contrario debía acoplarme a ellas; es ahí donde  las cosas fueron mejorando las pacientes fueron visitándome,  hicimos un grupo de promotoras de salud reconocidas por la dirección de salud de Huancavelica y Clementina era la presidenta, había una representante  por cada sector del poblado, la representante nos avisaba de algún enfermo o alguna emergencia de su sector, me alegraba mucho el afecto y la confianza que había obtenido con esfuerzo.

Las mujeres que les atendía su parto por agradecimiento me traían como Regalo gallinas vivas, una de ellas una vez se apareció con un cerdito me daba mucha ternura pero siempre acababa por devolvérselo por que muchos de sus hijos lo necesitaban mas que yo; a Clementina le encantaba estar a mi lado no se perdía ningún parto y me decía descríbeme los mecanismos del parto como te enseñan en la universidad y empezaba a explicarle, le decía que no podía fallar ninguno, si no  empezaban los problemas durante el parto y  es cuando debíamos derivarlas al hospital, Clementina hizo un gesto un poco desagradable pero estaba segura que poco a poco aprendería hacerlo, las cosas mejoraron mucho, llego el mes de junio y como en todos los pueblos celebraban el mes de santiago, donde adornaban  las orejas de sus vacas con cintas de colores y a los toros les colocaban  campanitas en sus orejas, las hacían recorrer todo el pueblo y la gente los acompañaba bailando  por las calles, también se tomaba una bebida típica de la serranía le llamaban “el calientito“, era una bebida de durazno con ron y lo calentaban en leña.

Una paciente nos invito a la fiesta de santiago ella iba ser la mayordomo eso quería decir la encargada de la fiesta de ese día, a si que estábamos obligados a ir aunque no me hacia gracia la idea ya que los esposos de mis pacientes se ponían muy pesados cuando bebían; pero el medico jefe me recomendó que debía hacerlo si no lo tomarían como un desaire o desprecio y empezaría como al inicio de cero,  me había costado mucho ganarme la confianza de la gente del pueblo así que decidí  ir, le pregunte Amelia ¿vas a ir a la fiesta?, si me dijo allí Irán todos los chicos de ingeniería así que yo no falto, fuimos todos los del centro medico la gente nos recibió muy feliz con banda de músico ya que para ellos era un honor tenernos en su fiesta, el medico jefe y el medico serumistas estaban contentos a mi también me gusto la atención hacia nosotros, pero habían muchas personas en estado de ebriedad, me hablaba al oído contándome sus vidas, ya deseaba retirarme pero no podía hacerlo hasta probar la comida típica que resultaba ser el cerdo a la leña, se veía rico así que espere; cuando mire al fondo de la calle visualice a la partera la llame por su nombre Clementina, la bulla no dejaba  que escuchara mi llamado, grite mas fuerte entonces ella me miro y se acerco hacia mi sin pensarlo; lo que no percate es que se había tomado mas de 4 calientitos a si que tuve que escucharla todo la santa noche sobre el pacto que teníamos y lo bien que trabajamos juntas, había algo en ella que la hacia mas interesante, era que sabia si una mujer estaba embarazada o no solo con tomarle el pulso a temprana edad gestacional y cuando ya estaba de menos de 4 meses sabia que sexo era, eso me impactaba mucho ya que cuando enviaba a las embarazadas a que se hicieran una ecografía o un análisis de embarazo en la ciudad, ellas iban donde la partera y Clementina les decía si estaban embarazadas o no antes de que yo pueda hacérselo a través del examen físico, siempre tuve la inquietud  de que me contara como lo hacia, pero no había manera de que hablara así que pensé ahora que esta un poco subida de calientitos le preguntare, seguro que me lo cuenta, ella estaba apoyada en una pared, me decía salud Camila por la niña de los ojos felices, entonces le pregunte Clementina ¿dime como lo haces?; como hago que Camila yo se preparar muchos brebajes para el amor tu me señalas a quien quieres llevarte al altar o a la cama y yo lo preparo todo, no Clementina yo quiero saber lo de identificar el embarazo a través del pulso, Camila hoy no hablemos de trabajo; no seas agua fiesta, por favor Clementina cuéntamelo, ella me miro con unos ojos desorbitados por la bebida que había ingerido; por un momento pensé que me lo diría pero nada de hablar, con un gesto de molestia me dijo sabes Camila no te lo puedo decir por una sencilla razón, que esto es un don que se trasmite de generación en generación, si te lo cuento desaparecerá este don; solo puedo contárselo a uno de mis hijos al que tenga la misma vocación que yo, la mire con mucha incredulidad claro que dude de su explicación pero  bueno me di por vencida y ya no  pregunte mas, me dije a mi misma otro día será.

Alberto el medico jefe, Amelia y yo llevamos a Clementina a su casa, la pobre estaba muy ebria que no podía sostenerse en ambos pies, solo decía: alguna vez acabare contigo ¡hijo de puta¡, nosotros nos mirábamos no sabíamos a quien se refería; en su casa estaban su hija una adolescente muy bonita que tendría unos 16 años y su hijo un niño de unos 8 años la recibieron muy enojados por su estado de ebriedad, nos dieron las gracias, mire su casa era un hogar muy bien amoblada, pensé ella es una mujer importante en el pueblo, me preguntaba quien le pagaría toda esas comodidades por que de su esposo nunca hablaba, no sabíamos nada de el  solo que un buen día desapareció de la faz de la tierra, regresamos al lugar de la fiesta para buscar al chofer del bus que nos había llevado pero se había puesto hasta la medula de ron, estaba tan ebrio que no reconocía a nadie,  Alberto dijo tenemos que caminar unos 10 Km. para llegar al pueblo, todos nos mirábamos porque nadie tenia ganas de caminar, estaba muy oscuro teníamos que iluminarnos con una linterna, Alberto  dijo no hagan ningún ruido caminemos rápido y en silencio,  en ese momento me puse a pensar en los muchas veces que Vilma me contaba sobre los de sendero luminoso que era un grupo terrorista  cuando alguno de su cúpula era herido por alguna reyerta se iban al pueblo mas cercano y secuestraban algún medico o enfermera, casi corríamos nos daba mucho miedo todos rumoreaba sobre la presencia de sendero luminoso y las matanzas de la gente de los pueblos andinos Alberto dijo quieren callarse, por fin vimos a lo lejos la luz de la plaza del pueblo, llegamos a la residencia exhaustos discutimos por quien iba ser la primera en bañarse pero como siempre gano Amelia, luego nos echamos a dormir hasta el día siguiente.

la noche siguiente la radióloga Pegi, una mujer pequeña muy delgada tenia una cintura de abeja; me dijo Camila ¡por favor¡ puedes hacerme mi guardia tengo problemas familiares y debo irme a Lima, claro le respondí pensando que en cualquier momento me podía devolver el favor, esa noche de la guardia era la mas oscura por que se habían robado el cable eléctrico y no teníamos luz en todo el pueblo y dentro del centro de salud solo funcionaba la luz electrógena, esa noche solo nos encontrábamos el guardia de seguridad y yo, pero el guardia se quedaba en una caseta que estaba a la entrada del centro, cuando no habían pacientes me distraía  esterilizando guantes quirúrgicos, cuando tenia sueño usaba las camas de los pacientes que estaban vacías para descansar, además por las noches no había mucho trabajo, era todo silencio solo se escuchaba el sonido de las vacas de las fincas que se encontraban a los alrededores y el chillidos de las lechuzas todo eso me daba mucho miedo pero no podía hacer nada solo esperar que terminara mi turno. Eran las 11 de la noche cuando tocaron  la puerta de emergencia, ¿quien es? pregunto el guardián Edgardo que era un hombre de unos 50 años fornido y siempre paraba hablando de su familia era muy agradable; entonces volvió a preguntar con voz mas enérgica ¿quien llama a la puerta? aparecieron dos hombres uno de ellos gritaba de dolor y el compañero decía ¡oiga viejo abra la puerta¡ quiero que me atienda de inmediato; acaso  no me ha escuchado, ¿sabe quien soy yo?, Edgardo abrió la mirilla de la puerta y le dijo que pasa señor por que grita, soy Sebas militar de la fuerzas armadas de este mugroso  pueblo,  Edgardo abrió la puerta los miro, al saber  que eran militares de las fuerzas armadas les pregunto, ¿ustedes que hacen aquí?, que lo atienda su medico de las fuerzas armadas; por un momento no se escucho nada pero luego Edgardo exclamo ¡en el centro de salud no hay nadie¡ para que lo atienda, así que háganme el favor  y váyanse, el hombre grande lo empujo, el hombre mas pequeño que parecía tener cólicos empezó a reírse y le dijo quiero que me atienda la matrona se que esta aquí dile que salga, entonces mi corazón empezó a palpitar corrí hacia las habitaciones, al sentir que los pasos del hombre pequeño venían hacia mi instintivamente cerré la puerta de hospitalización con picaporte, cuando llego a la puerta empezó a tirarle patadas y yo gritaba el nombre del guardia ¡Edgardo ayúdame por favor ¡  ¡ayúdame¡ una y otra vez, parecía que la puerta se abriría de la fuerza echa por las patadas del individuo; también escuchaba como Edgardo se peleaba con el otro hombre el mas grande y al escuchar mi voz de auxilio se desespero, tiro dos disparos al aire todo se quedo en silencio, pensé que Edgardo habían matado alguien o los militares  habían podido matar a Edgardo y yo seria presa para ellos, seguí gritando ¡ayúdenme por favor¡, ¡ayúdenme¡ en eso el hombre pequeño que pateaba mi puerta dijo que le pasa viejo solo queríamos divertirnos un poco, Edgardo con toda las fuerzas de su puño le tiro en el rostro abriéndole la piel de la cara, el hombre empezó a sangrar yo lo miraba por el cerrojo de la puerta, entonces edgardo dijo ahora si necesitara un medico,  lárguense, el hombre grande le dijo  mira viejo regresaremos nuevamente,  no le tenemos miedo y da gracias a Dios que no he traído mi arma si no estarías rogándome que no te matara, el hombre mas pequeño iba limpiándose la nariz con la manga de su camisa mientras salía del centro medico, Edgardo le echo seguro a la puerta, Salí de sala de hospitalización llena de miedo, no se preocupe señorita ya se fueron yo estoy aquí para defenderla; ¡muchas gracias¡ Edgardo le dije a la vez que lloraba desconsoladamente, Edgardo estaba moviendo la mano con la que golpeo al hombre, ¿se hizo daño? Le pregunte ¿déjeme que se lo veo?, no es nada señorita mas bien voy a prepararle un te que esta muy nerviosa,  primera vez que pasa algo así en el centro de salud, me entrego una taza de te y dijo ahora voy a llamar por teléfono al medico jefe para que se entere de lo sucedido.


EL MEDICO DE LAS FUERZAS ARMADAS



 Había amanecido eran las 8am apareció el medico jefe Alberto y un policía, cuando me vio me llamo ¡ven Camila¡, buenos días doctor le dije mientras me iba acercando, respondió a mi saludo y dijo deberás ir a la comisaría para colocar la denuncia contra los dos individuos de anoche, marque la tarjeta de salida, me subí al carro de los policías; me llevaron a comisaría presente mi denuncia estuve cerca de una hora dando mi declaración, por fin pude ir a mi habitación a dormir; caí rendida en la cama cuando a la tres horas apareció Amelia muy emocionada, y me dijo sabes acabo de ver al hombre mas guapo de este lugar, pero como sus gustos masculinos no coincidía con los míos no le hice mucho caso y  dije Amelia ¡por favor déjame descansar¡ pero ella insistía diciéndome, es el nuevo medico de las fuerzas armadas se llama Tom es muy guapo tiene ojos marrones claros, sus labios carnosos muy rojos como si estuviesen pintados, es precioso, yo con actitud molesta le respondí esta bien tienes todo el año de serum para conquistarlo, Amelia se sonrió y con una mirada como tramando algo me dijo debo pensar la manera como enamorarlo, yo casi a empujones la saque de mi habitación por que a las 2 p.m. debía  regresar a trabajar, me aliste y salí hacia el centro de salud, pero antes de ir a mi consultorio pase por el servicio de laboratorio encontré a Daniel Un hombre de color, alto y le dije Daniel tienes los análisis de orina de mis pacientes, si Camila tienes 2 pacientes que tienen inicio de infección urinaria ojito, ojito ¡eh¡ esta bien le respondí, Daniel y yo éramos muy  buenos amigos yo estaba de espalda a la puerta  jugando con un microscopio y Daniel dijo ¡hola Tom¡ que haces por aquí, yo voltee de forma rápida y vi un hombre alto delgado pelo castaño, ojos claros lo mire y no podía creerlo era un vecino que vivía en  Lima en el mismo barrio que yo, llamaba la atención por que todos los domingos iba a la iglesia con su familia y  de lejos intercambiábamos miradas a  la hora de la misa, en ese entonces yo participaba como catequista del grupo de  confirmación de mi barrio, imagínense Perú un país tan grande y encontrarme con el vecino a quien nunca había hablado pero que siempre compartíamos miradas, pero en ese momento parecía que éramos grandes amigos nos abrazamos con tanto cariño,  Daniel el de laboratorio nos preguntaba ¿se conocen? y le respondimos que si aunque ninguno sabia el nombre del otro, el vecino se sonrío y dijo me llamo Tom y yo Camila, me entro una alegría en el alma de ver un rostro conocido, Daniel volvió a preguntar ¿se conocen? ¿o no se conocen?, claro que si dijo Tom pero solo de vista, somos vecinos le dije; bueno otro día hablamos porque los pacientes empezaran a reclamar, entre al consultorio para atender a mis pacientes, Amelia entro al consultorio preguntándome  si era verdad que era amiga del nuevo medico, ¡si ¡lo conozco de vista pero no se nada de el, Amelia dijo con el ceño fruncido pero sabes que yo lo vi primero, ella continuaba con su plan de conquista; pero ahora le entendía, Tom era un hombre guapo y de buena familia, le pedí Amelia que saliera del consultorio y llame a la paciente la señora Cándida, Amelia salio y grito señora Cándida su turno pero antes de entrar la paciente se asomo Tom y dijo cenamos esta noche Camila, me asombro mucho su propuesta y respondí claro por que no en este pueblo no hay mucho que hacer, el me miro con esos ojos de color marón intenso y pregunto ¿a las 6 de la tarde te parece bien?, ¡si ¡ claro le respondí, estaba tan nerviosa que no se me ocurría decirle otra cosa; en un pueblo tan pequeño encontrar un hombre guapo simpático y distinguido era muy difícil así que pensé que estaría en la mira de muchas chicas así que no me hice mucha ilusión.

Era una noche de lluvia empezaba a caer granizada que son copos de hielo y debíamos correr para llegar a nuestras habitaciones, apenas nos daba tiempo de arreglar nuestra residencia y así esperar la llegada de mi vecino que ya no era ningún desconocido y claro me olvidaba que también venia Amelia en plan

conquista, al poco rato Tom toco la puerta, salio la señora Carmela que era una señora ya mayor de edad y nos ayudaba con la limpieza de la casa, ya se había corrido el rumor de que la fuerzas armadas tenia un nuevo medico, la señora Carmela lo reconoció de inmediato preguntándole ¿usted es el medico de las FAP? (fuerzas armadas del Perú), el respondió con jubilo sí señora el mismo para servirle, Amelia y yo salimos de nuestras habitaciones que estaban en un segundo piso, donde las escalera eran de madera y cuando la pisábamos crujía tan fuerte que rápidamente se dieron cuenta que estábamos acercándonos, Tom me miro fijamente y me dijo vaya te ves mas hermosa sin el uniforme de obstetriz, mi cara se sonrojo por tal halago, Amelia me miro con rivalidad y dijo  ¡buenas noches¡ señora Carmela nos vamos a cenar, los tres salimos al único lugar que había en el pueblo donde tenia tantas comodidades y además vendían un pollo a la brasa riquísimo que se olía de lejos, estábamos eligiendo entre un pollo a la brasa o a la leña, muy amistosamente y con gestos provocativos casi hasta obscenos Amelia le decía a Tom que el pollo a la leña estaba para chuparse los dedos, luego se nos acercaron una señora de tez blanca gruesa y con un rostro maternal cogida de la mano de un señor que tenia parecido a Tom y con un niño parecido a las caricaturas de dibujo, nos saludaron cordialmente, luego Tom  sorprendido pregunto ¿que hacen aquí ?que alegría me da verlos, luego se dirigió a nosotros y nos dijo les presento a mis padres y mi hermano menor y sin terminar la frase su madre lo  interrumpió rápidamente y con una voz entrecortada dijo hijo tenemos que hablar, al interpretar el rostro de la señora no se trataba de buenas noticias, Tom se paro de la mesa, se disculpo y se dirigió hacia la parte trasera de la sala detrás de el salía su mama y su hermano menor, su padre me miro fijamente y me dijo Tom me hablado de ti, sabes  que el quiere dejar el serums de las FAP, sabes que si lo hace lo sancionaran por 2 años y no podrá ejercer la carrera de medico públicamente y con la noticia que le vamos a dar se querrá ir lo mas antes posible a si que te quería pedir un favor, ¡dígame señor¡ le dije, es que quisiera que lo hicieras sentirse cómodo, no me mal interpretes ósea que lo unas a tu grupo de amigos a si se siente bien, mis labios de los nervios se juntaron y mi cabeza decía que si hasta que por fin me salieron las palabras y le dije haré todo lo que este a mi alcance para ayudarlo a quedarse, el señor sonrió me dio un apretón de manos seguidas de un beso en la mejilla;  me recordó mucho a los padres de familia que llevan horas esperando que naciera su bebe y cuando les das la noticia que ya ha nacido su bebe y que gozaba de buena salud te abrazan y besan en la mejilla con tanta gratitud, luego el papa de Tom salio rápidamente del lugar, voltee a mirar a Amelia y ella con cara de resignación me decía lo tienes ganado el te prefiere a ti y su familia también yo estoy haciendo el papel de tonta, y yo con  voz enérgica le dije yo recién acabo de salir de una relación difícil aun no estoy preparada para otra, además solo lo veo como amigo, pero sabia muy dentro de mi que había algo en el que me gustaba seria el misterio que le rodeaba al mirarlo en la misa de las 7 de la noche y la curiosidad de saber quien era y por que correspondía a mis miradas en un lugar tan sagrado como la iglesia, Amelia me miro y lógicamente no me creyó nada lo que le dije salio diciendo ya se me quito el apetito.

Al día siguiente a las 7 AM estaba marcando tarjeta cuando en eso se me acerca Daniel el joven de laboratorio y me pregunto en el oído ¿que tal la cena? ¿tienes que contármelo todo?, esta bien le dije pero vamos a mi consultorio a si mientras arreglo las historias clínicas conversamos, nos dirigíamos hacia mi consultorio, cuando en eso escuchamos un grito desgarrador y un señor con voz temblorosa decía mi mujer se esta desangrando ¡por favor¡ ayúdenla; Salí de mi consultorio y al mirar se trataba de una señora joven de aproximadamente 30 años, sangraba mucho de la parte pélvica se notaba en el vestido que llevaba, lo primero que pregunte fue ¿esta embarazada? tenia tantas ganas que dijera que no pero era obvio que la respuesta era todo lo contrario, el señor muy asustado dijo si señorita tiene 4 meses de embarazo y ya ah tenido 4 abortos anteriores,

le pedí a la enfermera que la pusiera en una silla de ruedas y la llevamos a mi consultorio que hacia las veces de sala de observación, le pregunte a la señora ¿cual es su nombre? ella me respondió flor, ¿desde que hora estas sangrando Flor? y me respondió desde las 2 a.m. doctora, estaba esperando que abrieran el centro de salud para venir, eso me hizo pensar que la señora no tenia ni idea que se hacían guardias nocturnas en el centro de salud y que

muchas veces me despertaron para emergencias como estas, le explique que lo primero que iba hacer era saber si estaba frente a una amenaza de aborto o aun aborto en curso, ella me miro tristemente como desahuciada diciéndome yo ya pase por esto tres veces esta es la cuarta vez, la mire con resignación mientras la echaba a la camilla y la acomodaba para examinarla, al terminar la revisión me di cuenta que estaba frente a una aborto habitual y le pregunte señora Flor ¿sabe por que a tenido muchas perdida?, ella respondió no señorita la partera me daba un brebaje y eso es todo; guarde silencio y luego le pedí Amelia que le administrara cloruro de sodio por vía  endovenosa para estabilizarla y que no me hiciera un shock hipovolemico, una vez que estaba estable le volví a realizar un tacto vaginal para hacerle la referencia al hospital de Huancayo, mire sus genitales externos y estaban intactas como la de una niña luego ingrese mis dedos índice y anular para realizar un tacto pude sentir una vagina muy elástica donde emanaba abundante sangrado luego ascendí hasta llegar al cuello uterino donde lo pude tactar totalmente abierto maltratado por los abortos anteriores, salía del

cuello uterino coágulos de sangre, al terminar mi examen saque ambos dedos de sus genitales, desnude mis manos de los guantes quirúrgicos mire a la señora como queriendo que ella adivinara el diagnostico, y le dije señora Flor lo bueno de todo esto es que usted puede volver a quedar embarazada nuevamente por que hay mujeres que no logran hacerlo y se les denomina infértiles, así que vamos a derivarla al hospital  de Huancayo que esta a dos horas del pueblo y le voy a recomendar un ginecólogo para que estudie su caso, gracias señorita la verdad es que mi marido y yo queremos tener un bebe.

Entro a nuestro sala de observación el medico jefe Alberto y me dijo en voz baja ¿que has encontrado? empecé a describirle el caso que terminaba con diagnostico de aborto habitual e incompleto y que mi recomendación final era derivarla al hospital, Alberto me miro fijamente con sus lentes empañados de sudor y me dijo ¿Por qué? Tu colega anterior las atendía aquí, por que tu deseas derivarla a todas, o es que no te sientes capacitada, lo mire fijamente a los ojos y le dije no podemos realizar un legrado uterino en este lugar, cerré la historia le pedí a Amelia que terminara de alistar a la paciente para llevárnosla y lleve al medico a su consultorio caminamos unos pocos pasos y entramos a su consultorio, el preocupado me dice ¿que pasa Camila? ¿que tienes que decirme?, le respondí es un aborto doctor se debe realizar en un lugar con una asepsia extrema ya que vamos a manipular órganos internos, el me refuto diciéndome que el estaba totalmente preparado para eso y que era un gasto innecesario llevarla aun hospital, empezamos hablar de legalidad medica termine diciéndole usted es el medico jefe si usted así lo desea hágalo, pero eso si yo escribiré en la historia mis recomendaciones y no participare en el procedimiento por que me opongo rotundamente, ya que nuestro centro medico no esta preparado para realizar abortos y menos como el caso de la señora Flor, con antecedentes de abortos anteriores, Alberto suspiro profundamente y con el ceño en la frente me dijo me estas desafiando Camila, no doctor le respondí pero según el protocolo no podemos hacerlo en un lugar nada aséptico y no es una emergencia, tranquilos podemos llevarla a la ciudad, se sentó miro una y otra vez la historia clínica de la paciente y dijo me has convencido por esta vez  llévala al hospital, el medico jefe firmo la referencia, yo cogí la historia Salí de su consultorio respire hondo y me preparaba para referir a la paciente al hospital de Huancayo salía con la historia en la mano en busca de algún coche, vi a Tom de lejos mi corazón empezó a latir trate de disimular mi emoción y le dije ¿Qué haces aquí?, el con su rostro sonrojado por el sol me respondió vengo trayendo a un paciente que los soldados lo encontraron tirado cerca al rió tiene múltiples heridas pero esta conciente, no le pertenece a las fuerzas armadas por eso lo he traído, le dije llévalo a emergencia ahí esta Roberto el medico serum, le mostré donde quedaba, luego me miro y con esa voz cándida me dijo Camila ayer la pase bien espero volver a repetir, se acerco Daniel y dijo por que no cenamos hoy los tres y yo le dije no los cuatro con Amelia; pero primero llevare a esta paciente a Huancayo pero a eso de la 7 de la noche vas a la residencia,

Tom un poco avergonzado me dijo bien Camila nos vemos mas tarde y se fue Daniel me guiño el ojo y yo moví la cabeza de manera negativa, me fui para iniciar un viaje de unos 200 kilómetros cada vez se hacían mas largas esas dos o tres horas por que la carretera no existía, todo era una trochadera llena de piedras y curvas donde a uno de los lados se veía un abismo, la paciente sangraba mucho pero sus signos vitales estaban estables, le coloque un medicamento para el dolor por vía endovenosa, su rostro cada vez era mas pálido su esposo me decía que no la veía nada bien, le respondí que estaba perdiendo mucha sangre, pero que estaba estable, no podía decirle que no se preocupara por que era algo casi imposible, el viaje se me hizo largo la paciente empezó hablar quiero dormir tengo mucho sueño cogiendole la mano a su esposo, la mire y le dije señora Flor no puede dormir ahora debes mantenerte despierta, así que le pregunte ¿flor cuéntame como conociste a tu esposo?, ella empezó a contarme, al poco rato el carro dio un salto por una piedra mediana que había en el camino, el catéter que estaba administrando el cloruro de sodio se salio de su brazo izquierdo, inmediatamente le dije al señor que manejaba el carro, ¡pare por favor¡, ¡pare aquí¡ es peligroso señorita me contesto, pero debo colocarle nuevamente el catéter, mire al esposo de Flor, es verdad señor dígale que debe detenerse si no su esposa  puede destabilizarse, ¡vamos pare ahora¡ le insistí tanto que paro el carro y encendió las luces de emergencias, los carros que venían atrás de nosotros tocaban el claxon yo cada vez estaba mas nerviosa pero tenia que calmarme para poder volver a canalizar el catéter, el esposo de Flor bajo del carro les explico lo que  pasaba a los señores que venían detrás de nosotros y ellos se tranquilizaron, bajaron de sus carros y fueron a ver lo que estaba haciendo y a sacar las piedras del camino, todos me apoyaban diciendo ¡tómese su tiempo señorita¡,Termine de canalizar a la paciente y partimos rápidamente me iba pensando a que hora llegábamos, en ese momento recordé a mi madre cuando se sentaba a rezar su rosario todos los días a las 7am me pregunte por que yo no llevaba uno, era hora de pedirle a Dios que me diera una manita como dicen en mi tierra, por fin llegamos al hospital, nos esperaba el personal de emergencia con una camilla se la llevaron a sala de operación para realizarle un legrado uterino, no me dejaron entrar a quirófano con la paciente porque iba toda bañada de tierra así que me di media vuelta, le entregue la referencia de la paciente al ginecólogo de guardia, me lo recibió de muy mala gana por que estaba preparándose para salir de turno, ya estaba acostumbrada a los desplantes del personal de salud así que cogi mi maletín y Salí del hospital pensando que ya debería estar acostumbrada a este tipo de emergencias, tome un taxi y le dije que me llevara al paradero de los carros que van a pampas, eran las 6 de la tarde y el ultimo carro había salido, no saldría ningún otro hasta las 6am del día siguiente, pensé lo único que puedo hacer es ir a un hotel al que tenia un convenio interno con el centro medico era el mas seguro, estaba caminando mirando un taxi que me llevara al hotel y a la vez  buscaba en mi bolso la agenda con la dirección, en eso escuche que alguien me llamaba ¡Camila ¡ voltee  y era el medico serum Roberto, se me acerco y me dijo todavía por aquí, le conté como me había ido con la paciente y que el carro tuvo que parar por el camino, Roberto me dijo yo vine a sacar dinero, el carro también se demoro en llegar por que la carretera esta bloqueada dicen que los terroristas han puesto una bomba y todos están alarmados; esas noticias eran muy comunes por la sierra del Perú por eso ya no nos extrañaba, voy a llamar al centro de salud y avisar que me quedare a dormir en Huancayo en el hotel, Roberto dijo yo también iré al mismo hotel, vamos caminando me dijo, ¿esta cerca de aquí? le dije toda preocupada; si esta cerca respondió así que nos fuimos caminando hacia el hotel, cuando llegamos le pedí al hotelero que necesitaba una habitación pero antes de que tomara mis datos me dijera donde estaba el teléfono, lo primero que hice fue llamar al centro medico, me contesto Amelia le dije ¡hola amiga¡ esta noche me quedare a dormir en Huancayo avísale al jefe, también dile a Tom  y a Daniel que no podré llegar a cenar con ellos, Amelia muy alegre me dijo puedo ir a cenar con Tom; claro que puedes si el es tan amigo tuyo como mió, colgué el fono me dio mucha pena por no poder estar con Tom para escuchar sus halagos y ver sus mirada  tierna y en eso escuche¡ Camila¡ pisa tierra que ¡te pasa¡ dijo Roberto, nada por que lo dices, tienes tristeza en tu mirada me sonreí, el hotelero intervino en nuestra charla diciendo no hay habitación de una sola cama solo de dos camas, pueden compartirlo si desean; que dices lo tomamos dijo Roberto, bueno esta bien le dije así que tomamos las llaves de la habitación subimos, abrimos la puerta, había una televisión la encendí para ver las noticias y mientras tanto Roberto entro al baño y cuando salio estaba en ropa interior, yo me tape la cara diciéndole ¡tápate hombre¡, ¡que pasa Camila¡ nunca has visto un hombre desnudo, yo lo mire le respondí ponte pantalón o algo mas grande se sonrió y me dijo ya me meteré a la cama y me quedare dormido¡ hasta mañana¡, espero que puedas dormir después de ver mi escultural cuerpo y se rió sarcásticamente, yo me sonroje tome el mando de la tele y me puse a ver noticias para luego quedarme dormida.



El secuestro del medico

me desperté a las 6 AM levante a Roberto le dije despierta dormilón que tenemos que tomar el primer carro a Pampas, bien Camila  pero espera que despierte del todo, luego bajamos y el hotelero nos dio la factura del hotel Roberto lo cogio rápidamente se lo guardo en el bolsillo,  le dije Roberto no vayas a perder la factura luego me lo das que debo hacer mi informe, esta bien luego te lo doy respondió, Salimos rápidamente  tomamos un taxi que nos llevo al paradero de los carros que iban a Pampas subimos y había  un hombre delgaducho, muy serio al que Roberto saludo y le dijo ¡como esta alcalde¡, bien doctor le respondió, Roberto me señalo y dijo aquí le presento a Camila la obstetriz ; el hombre extendió la mano diciendo ¿como esta señorita? bien le respondí y ¿como esta su esposa Violeta?, la esta viendo la partera me respondió seriamente, puedo ir a visitarla le pregunte y me respondió es mejor que deje las cosas como están, Roberto me cogió de la mano apretándomela como diciendo que no siguiera con la conversación, así que me callé y me fui en silencio hasta llegar a Pampas no sabia cual era el misterio que rodeaba a la familia del alcalde pero estaba claro que no debía inmiscuirme.

Cuando llegamos a Pampas y entramos al centro de salud estaban todos reunidos en el consultorio del medico jefe con caras de preocupación, le Pregunte ¿doctor que pasa? y me dijo ayer por la noche pasaron los de sendero luminoso, esos terroristas de mierda vinieron por aquí en busca de algún medico, bajaron por los cerros escondidos, nadie los vio y aprovecharon el apagón  para … y se quedo callado ¿que paso doctor? le pregunte, el con la voz entrecortada y preocupado dijo yo estaba en la alcaldía, Roberto estaba en Huancayo y Tom estaba resguardado por las fuerzas armadas, y tuvieron la gran idea de llevarse a Pablo el de la sierra alta, ¡no puede ser¡ y ahora que va a pasar doctor le dije, la policía y las fuerzas armadas lo están buscando, en eso intervino Amelia, dicen que suelen cogerlo para que cure a uno de los suyos, les tapan los ojos y los maniatan luego cuando ya no los necesitan los regresan, los dejan por la sierra tirados por eso los policías buscan por los alrededores antes de que se haga de noche,  por que la noche es peligroso por aquí, el medico jefe dijo a partir de ahora haremos guardia de dos para cuidarnos los unos a los otros, ¡por favor¡ no salgan a pasear de noche por el pueblo y menos solas, en ese momento me entro escalofríos en el cuerpo por que los de sendero luminoso eran personas muy frías, mataban sin piedad y teníamos que tener mucho pero mucho cuidado, los pacientes empezaban a reclamar que los atendieran que ya demorábamos demasiado, Alberto dio por terminada la reunión ; cada uno nos fuimos hacer nuestros deberes me iba pensando en el rostro tan dulce de Pablo, cuando lo conocí en el parto podálico, pensé el miedo que debía estar pasando felizmente en ese momento no habían muchos pacientes así que me fui de visita domiciliaria con Amelia, ella muy contenta me dijo sabes que ayer Salí a cenar con Tom y Daniel, le dije que bueno y ¿que paso?, nada es un hombre impresionante caballeroso, gentil educado que mas te puedo decir así que no lo olvides soy tu mayor rival, yo me acerque a ella y le dije  Amiga ya sabes que el solo me interesa como amigo, ella se echo a reír,  luego le pregunte Amelia ¿que mas sabes de los de sendero luminoso?, no mucho Camila solo que van de pueblo en pueblo obligando a los jóvenes, adultos y hasta niños que se unan a ellos a las buenas o a las malas, se roban su ganado sus cosechas y todo lo que pueden, no se que es lo que piensan solo se que son muy sanguinarios, la verdad yo creo que se llevaron a Pablo por que en el pueblo en el que el trabaja no hay vigilancia policial, solo hay una caseta de policías pero la mayoría de veces no están y cuando están siempre los encuentras ebrios, llegábamos a un caserío llamado Corinto veíamos a una señora mayor muy asustada y cuando nos acercábamos se iba escondiendo en su casa, ¿que esta pasando? le pregunte Amelia creo que a pasado por aquí los de sendero luminoso por eso están asustados, seguro que les robaron su ganado o su cosecha, que pena y ellos no pueden hacer nada le pregunte y Amelia con los hombros decía que no sabia, seguimos caminando, cuando entramos al centro del poblado todos cerraban sus puertas y ventanas, yo llevaba un megáfono e iba buscando a la señora Matilde, encendí  el megáfono y me puse a hablar en voz alta preguntando ¿alguien conoce a Matilde? es su fecha probable de parto, si alguien la conoce por favor avísenme; nos sentíamos como si estuviéramos en un pueblo abandonado, llegamos a la plazuela y empecé a gritar, mis ojos no podían creer lo que veía, Amelia me tapo la boca, había un hombre muerto colgado en la puerta de una casa y tenia un letrero pegado en el pecho que decía “así mueren los chivatos”, mi corazón latía a cien por hora, Amelia debemos hacer algo ella respondió vamos al centro medico y avisaremos a la policía, cuando salíamos del poblado una señora con la ventana ligeramente abierta que no se le veía el rostro grito” kuurriy, niñachay” quería decir corran, corran niñas, volví a sentir escalofrió la misma sensación  que sentí cuando el medico jefe nos hablo de sendero luminoso, empecé a correr Amelia me cogio del brazo y me dijo no corras, si están cerca llamaras su atención así que caminemos, estábamos pasando por el rió vimos que se nos acercaba un carro todo terreno de color negro con lunas polarizadas, se paro a nuestro lado pensé que bajaría la ventanilla para saludarnos o preguntarnos algo, sin embargo hizo todo lo contrario, empezó a sonar el carro como si estuviera en una carrera de carros y algo me dijo que debíamos correr, me aleje del carro Amelia hizo todo lo contrario estaba acercándose  en eso la puerta se abrió instantáneamente, una mano gruesa y velluda la jalaba para subirla, empezó a gritar “Camila ayúdame” ella se cogio del mango del carro impidiendo que la metieran yo metí mi mano en el bolsillo de mi chaqueta llevaba una cuchilla de saca punta de lápiz como un arma de defensa, lo saque me eche encima de Amelia y le rasgue la piel de la mano velluda una voz gruesa grito ¡hijas de su gran puta¡ corre le dije Amelia y nos echamos a correr el carro venia atrás de nosotros cortamos camino por los sembrios hasta que llegamos a la carretera, escuchábamos que el coche se iba acercando, corrimos en medio de la carretera hacia el pueblo a ver si alguien nos veía o escuchaba, en eso apareció el coche del señor Arcadio le hicimos señas para que se detuviera, Se detuvo nos vio llorando y temblando de miedo nos dijo suban chicas, nos quedamos en silencio el señor Arcadio no dijo nada durante el camino, nos acerco al puesto de salud  bajamos del coche, el señor arcadio cogio  Amelia del brazo por que se le veía muy acongojada, la llevo hacia el consultorio del medico jefe el doctor nos vio, salio corriendo y dijo ¿que les pasa chicas? ¿que les han hecho? le contamos lo sucedido mando a llamar al comandante de la policía mientras nos calmábamos, Alberto el medico jefe no hacia mas que decirnos les advertí que por el momento no anduvieran solas por los caminos y menos de noche, al poco rato llego el comandante entro diciendo ¡hola Camila¡ ya es la segunda vez que nos vemos es que vas buscando el peligro, haber señorita obstetriz cuénteme lo que ha pasado le contamos lo sucedido nos hizo muchas preguntas y nos dijo un todo terreno de color negro nunca se había visto en el pueblo solo hay uno pero es gris y pertenece a las fuerzas armadas pero voy a empezar a investigar  dicho carro haber si alguien mas lo ha visto, miro al medico jefe se dirigió a el y le dijo les aconsejo que si desean ir de visita domiciliaria apartir de ahora irán Acompañadas de un soldado que se encuentre de turno,¡ muchas gracias¡ comandante le dijo Alberto el medico jefe, el comandante se retiro jamás dijo nada por lo que habíamos visto en el poblado tampoco le insistí que me explicara  ellos estaban acostumbrados a ver esas incidencias.