EL QUIPUS
Y LA COMADRONA
Era
primero de mayo del 2001 me dirigía a un pueblo muy lejano llamado Pampas
pertenece al departamento de Huancavelica Perú, iba a realizar mi servicio
rural urbano marginal (serum), a un puesto de salud que estaba cerca de la
plazuela del pueblo; contábamos con muchos profesionales como: médicos,
enfermeras, radióloga, odontólogo y yo que soy Obstetriz.
Recién
había terminado la universidad, tenía toda las ganas de trabajar era una
alegría mezclado con miedo sin contar el frió que caracterizaba a esta zona de
la sierra.
Cuando
me iba acercando al pueblo en el único
bus que subía, soñaba que los pobladores me esperarían con banda de músicos
andinos, como contaban colegas que pasaron
por aquí años atrás, cuando llegue al pueblo mire por la ventana del
bus, podría describir un lugar rural lleno de vegetación como si estuviese
viendo una pintura rupestre, a mi
alrededor habían muchos valles, praderas ¡oh Dios que hermoso lugar¡ buscaba a
la gente que en mi pensamiento me estaban esperando, miraba a un lado y al otro
pero me di con la sorpresa que el único que estaba y me dio la bienvenida fue
el ladrido de un perro, el pobre estaba hueso y pellejo; el bus me dejo cerca
del centro salud; baje me llamo la atención la pared de la parte de afuera del
centro, me la quede mirando pude ver la pintura de una madre amamantado a su
bebe con una obstetra a su costado, pero el rostro de la obstetriz estaba
borrado y pensé quien habría hecho tremenda travesura, respire hondo casi como
un suspiro por fin me anime a entrar,
encontré a la enfermera una mujer de unos 40 años me miro y me dijo:¡me llamo
Vilma¡ saludándome con un beso en la mejilla, ella era alta de tez blanca, con
una mirada angelical; yo Camila ¡qué alegría encontrar una cara amiga¡, ella se
sonrió y me dijo ¡qué gusto conocerte¡, ahora vamos donde el jefe que te está
esperando; pude ver de lejos al médico jefe era un hombre un poco grueso de
cabello negro con lentes de medidas, tenía cara de pocos amigos, estaba reunido
parecía que hablaba con gente importante; apenas me miro no salió de su boca un
saludo, Vilma entro en su oficina le hablo en el oído y el médico jefe dijo que
se prepare que se va de circuito, ¿Qué es un circuito? me pregunte en voz baja, en
cuanto Vilma salió del consultorio le pregunte qué quería decir eso, me explico
que era algo parecido a un campamento
medico; ahí realizaban visitas a pueblos lejanos, donde no habían centros de
salud ni nadie quien pudiera atender la salud de los pobladores, normalmente se
realizaban chequeos médicos, podíamos estar de una a tres semanas; luego Vilma
me llevo a conocer a los demás veía como la enfermera serumista una chica joven
de unos 23 años, Tez oscura, cabello negro y una mirada de preocupación;
preparaba una mochila enorme me miro y me dijo; soy Amelia me dio una sonrisa
forzada, muy cerca de ella estaba el médico serum era un hombre pequeño parecía
muy delicado, se sonrió me dio la mano y me dijo te estábamos esperando mi
nombre es Roberto, mas allá estaba el odontólogo era un hombre ya mayor de unos
40 años muy delgado, tenía la manía de tocarse la nariz me dijo soy Francisco,
mientras se aseguraba el pasador de sus zapatos; yo veía como todos ellos preparaban su bolso para salir,
me miraban me hacían bromas y comentarios sin sentidos como; ¡no vale
desmayarse¡ o ¡vomitar por el camino¡ cosas así, en ese momento se acerco la
enfermera Vilma me dio una mochila y mientras me arreglaba el cuello de la
chaqueta me decía ten mucho cuidado, no te fíes de los chicos son un poco
bromistas y alocados; prepárate lleva
mucha ropa, abrigo, comida para el camino y todo tu instrumental de parto para que atiendas a las mujeres de los
pueblos.
Mientras
acababa de alistar mi ropa y todo lo que necesitaría, entro Amelia al
consultorio diciendo ya estamos saliendo Camila
apresúrate, si no llegaremos de noche y eso no nos conviene, deje mis
maletas en el cambiador de ropa de mujeres, me coloque la mochila, salimos del
centro médico de lejos me despedí de Vilma; poco a poco íbamos entrando por un
camino muy angosto y empinado; los chicos me miraron y me dijeron ahora empieza
lo bueno Camila; cuando empecé a subir las montañas cada vez mas y mas alto
sentía que me faltaba el aire por la altura, Amelia la enfermera serum decía, así es al inicio
Camila ya te irás acostumbrando; yo llevaba unas zapatillas poco aptas para
este tipo de caminatas, me resbalaba mucho y emocionalmente no estaba preparada
para esto; el médico serum y el
odontólogo caminaban muy rápido se adelantaron, decían
que así se cansaban menos, nos quedamos atrás la enfermera y yo, ella me
contaba lo duro que era ir a los pueblos a realizar el servicio rural que los
pacientes eran muy exigentes, cuando en eso escuchamos como se estremecía el
suelo por el taconeo de un animal, pensé que era un caballo que estaba
cabalgando; cuando volteo a mirar era un toro de color negro, ojos rojos
presentaba furia venía embalado como si
fuera un rayo, Amelia la enfermera serumista que iba delante corrió, yo detrás
de ella, solo pensaba como esquivarlo o como me ayudaría el tener la mochila en
la espalda, me veía atravesada por sus
cuernos; ¡oh dios¡ exclame eso no me puede estar pasando, cuando mire buscando
donde esconderme, me di cuenta que no había a donde huir solo siguiendo el
camino ya que a la derecha había una montaña lleno de plantas espinosa, por el
lado izquierdo una pradera inclinada
hacia abajo que finalizaba en un río, corríamos desesperadamente, Amelia decía
¡corre Camila¡ no pares, hasta que un hombre apareció de la nada le hizo un
sonido con la boca y lo obligo a parar, mi corazón latía tan rápido parecía que
se saldría por la boca, llorando me senté en medio del camino pensando que esto
no incluía en mi experiencia como obstetriz y en voz baja decía, porque no hice
caso a mi familia que me aconsejaba quedarme en la ciudad de Lima; Amelia me
miraba y me decía a eso me refería Camila cuando te decía que la vida era dura
en este lugar, ¡vamos¡ ¡levántate¡ me dijo ofreciéndome su mano como ayuda,
continuamos subiendo por el camino angosto después de estar andando por más de
2 horas, un hombre que venía a nuestro encuentro con un burro dándole con un
látigo en el lomo, paso de manera imprudente nosotras nos hicimos a un lado, en
eso el burro rebuzno y como un reflejo por nuestra presencia pateo,
retrocedimos lo dejamos pasar yo dije muy enfadada a la enfermera Amelia, ¿qué
pasa aquí no respetan a nadie?; Amelia
respondió que para ellos nadie era más importante que sus animales.
Paramos
a descansar, nos sentamos a tomar un poco de agua y en eso pude ver a lo lejos,
un pueblo muy bonito; todo era verde pero no se veía a nadie fuera de sus casas
¿será por el frió que hacia?, después de 4 horas andando por fin llegamos al
pueblo de Salcabamba; en ese lugar no había luz ni agua potable, hacia un frió
intenso, el presidente de la comunidad el señor Demetrio nos dios la
bienvenida, ya conocía a todos, Roberto le dijo Demetrio te presento a Camila
la obstetriz el hombre me dio la mano, un beso en la mejilla y me dijo ¡mucho
gusto doctora¡ aquí hay tres gestantes embarazadas mañana podrá verlas, se veía
en su rostro felicidad de vernos; Demetrio exclamo ¡pronto oscurecerá¡ será
mejor que cenen y luego descansen, mañana empezaremos temprano, nos ofreció una
casita tipo cabaña, una lámpara de kerosén y dos mantas para cada uno, cuando
mire al fondo habían unas pieles de cordero disecado tirados en el suelo, ¿esa
es mi cama? pregunte con resignación, pero era lo que ellos humildemente podían
ofrecernos para descansar felizmente llevábamos bolsas de dormir, a mi lado
estaba la enfermera, en la otra esquina el odontólogo y Roberto el médico
serum; todos ya estaban tan acostumbrados que ni bien se metieron en la bolsa
se quedaron dormidos profundamente, yo no pude pegar ojo solo pensaba en mi familia, en mi casa, en mi cama en lo
abrigadita que estaría ahí pensé y pensé hasta que por fin pude dormir.
Era
de madrugada, cuando sentí una mano que tocaba mi hombro con desesperación y me
dijo; señorita obstetriz despierte el médico la está llamando parece que hay
una emergencia, desperté espantada en la oscuridad de la noche, le pregunte
¿donde está Roberto? en el consultorio de campaña doctora, camine con la manta
por encima cubriéndome todo el cuerpo llevaba una linterna en la mano, de lejos
pude ver a Roberto estaba con una mujer
embarazada que gritaba de dolor, mire al otro lado estaba Amelia colocándole
una vía endovenosa, pregunte con preocupación ¿que pasa? y el médico respondió,
paciente de nombre Rosa tiene 23 años con 36 semanas de edad gestacional,
presenta dolor abdominal tipo contracción uterina; lo mire fijamente con
asombro y luego nos echamos a reír porque es
la
manera como nos enseñan a presentar a una paciente en los hospitales, así que
le pedí que nos relajáramos un poco ya que se trataba de un parto normal a
término, quiero decir que el bebe podía
nacer en cualquier momento, me puse a preparar mi equipo de parto, mi ropa
estéril de cirugía que siempre llevaba; le pedí a Amelia la enfermera que me consiguiera
agua tibia mientras yo examinaba a mi paciente, al realizarle el tacto vaginal
pude llegar a la conclusión que la paciente tenía 4 cm . de dilatación, las
contracciones eran intensas y continuas escuche los latidos fetales con un
fetoscopio que es parecido a un cuernofono, lo coloque encima del abdomen por
debajo del ombligo tenía 145 latidos por minuto estaba normal, le observe la
línea de alba y la tenía muy pintada de color marrón gruesa, exclame ¡parece
que se asoma una nenita¡ todos me miraron
de manera extraña y la paciente dijo
¡que Dios la oiga doctora¡ porque tengo 4 varones, yo pensé para que abrí la
boca; cuando ya veíamos la luz del día,
nace una bebe robusta con un llanto vigoroso que estremeció todo mi cuerpo,
pude conocer el milagro de la vida era el primer parto que atendía sola, al
inicio parecía que nunca acabaría pero luego supe que estaba preparada para
esto; Cuando ya nos quitábamos la ropa quirúrgica Amelia me pregunto, ¿cómo
sabes que sería niña Camila? Le respondí cuando hice mi internado ósea mis
practicas pre profesionales había un ginecólogo que se llamaba Juan era todo un
maestro, me explico que esa línea de alba se encuentra en el abdomen empieza
desde el ombligo y finaliza cerca al pubis, cuando es gruesa es porque el feto
es una niña y si el grosor de la línea es delgada es un niño; Amelia se sonrió
y cuando estaba a punto de formularme otra pregunta entro el odontólogo y nos
dijo, chicas vamos a tomar desayuno que pronto empiezan a llegar los pacientes
y sin descanso alguno empezamos atender.
Pero
la historia inicia cuando empecé a relacionarme con las mujeres gestantes
(embarazadas), era tan distinta su forma de pensar, sus costumbres a
comparación de las mujeres de la ciudad de Lima; Un día llego una señora se
llamaba Nélida, lo mas resaltante aparte de sus costumbres era que llevaban
vestidos típicos de los pueblo de la sierra llamadas “polleras” era unas falda
muy coloridas bordadas a mano, por debajo llevaba 3 0 4 falditas delgadas de
color blanca una debajo de la otra esto le daba forma y elegancia, también
llevaba una blusa llamativa y un sombrero grueso que cubría su cabellera para
protegerlas del frió, la invite a sentarse y le pregunte ¿cuántos
hijos tienes Nélida? con voz temerosa me respondió es mi octavo hijo, todos
mis partos los atendido la partera del pueblo, deseo que
ella vuelva atender este parto me dijo
de forma tímida, le pregunte señora Nélida ¿por qué no busca esta vez a la
partera?, ¿por qué entonces viene al puesto de salud? le pregunte de manera
sutil, la señora Nélida con un rostro
sonrojado y cabizbaja respondió, mi esposo me ha dicho que el no va a pagar el
seguro de salud agrario para que yo no lo utilice, la mire con mucha ternura
porque era sincera como un niño; luego
empecé a explicarle cómo íbamos a
controlar su embarazo, cuando llego la hora de realizarle el tacto vaginal le
dije vamos a examinarla, deberá quitarse la falda para ver como viene tu bebe
si de cabeza o de pies, ella respondió no señorita, no estoy acostumbrada no lo
voy hacer, solo puedo hacerlo delante de mi
esposo; entendí sus costumbres así que me las ingenie para realizar el
tacto vaginal con todas sus polleras, era difícil porque no dejaba visualizar
ni realizar bien el tacto vaginal al acabar le dije tu bebe está bien, así que
solo hay que esperar, le di la cita para su próximo control que sería dentro de
7 días por que ya se encontraba en la última semana de embarazo. Amelia Roberto
y yo seguíamos atendiendo a nuestros pacientes día a día, habían pasado una
semana y Nélida no llegaba a su control, decidí ir a verla a su casa antes que
me ganara la partera del pueblo, tome mi maletín donde guardo todo lo que
podría necesitar en un parto repentino, le dije Amelia vamos a ver a la señora
Nélida ya está en su fecha probable de parto y aun no ha llegado a su control,
luego busque al presidente del pueblo que era el único que tenia carro y nos
podía llevar de visita domiciliaria, así que le dije señor Demetrio nos lleva
donde la señora Nélida, si doctorcita suban, subimos al carro cuando estábamos
en la carretera que se dirigía a la casa de la señora Nélida, vimos un hombre
que venía jalando de un burro donde se encontraba una mujer sentada venían en
sentido contrario, así que dije señor Demetrio baje la velocidad quiero ver si
es la señora Nélida, ahí estaba la paciente, le hice señas al hombre para que
se detuviera vimos a Nélida sentada muy tranquila, nos refirió dolor abdominal
leve decidimos con Amelia llevarla al centro de salud, cuando la señora Nélida
bajo del burro salió corriendo hacia los sembríos y vaya que corría, salí
detrás pero era imposible no corría tan rápido como ella, se puso en posición
de cunclilla (arrodillada) y no había suplica que la moviera de los sembríos,
yo deseaba llevarla al carro prefería que naciera ahí que en los sembríos lleno
de abono, en mi poca experiencia como obstetriz jamás había atendido un parto
en cuclillas, al final decidí colocar la
sabana estéril en el sembrío para que el bebe tuviera donde nacer, mientras
Amelia cogía a la señora Nélida de la espalda sirviéndole de apoyo, yo me senté
en el suelo buscado la mejor posición para recibir al bebe, cuando todos
terminamos de colocarnos adecuadamente el bebe salió como el destello de una
estrella pero por suerte cayo en mis manos, tuve que hacer una maniobra para
colocarle la pinza en el cordón umbilical y así poder limpiar su nariz y boca
para que pudiera respirar, a los pocos segundos se escucho un llanto que en mis
oídos sonaba a melodía, rápidamente corte el cordón umbilical , este era mi
segundo parto atendido en el pueblo pero ya pensaba en la hermosa profesión que había escogido, no
estuve totalmente tranquila hasta que lleve al bebe y a la señora Nélida al
campamento de salud para poder revisarla bien y terminar con la Salida de la placenta,
Roberto el médico serumista se encargo de revisar al bebe, una vez que acabe de
examinar a la señora Nélida la puse cómoda
en una cama que teníamos provisionalmente, cuando me estaba retirando Nélida
me dijo ¡Dios la bendiga doctora¡ voltee la mire, y le dije no tienen por qué
señora Nélida y haber si elige algún método anticonceptivo, se sonrió pero no
me dio una respuesta.
DE REGRESO AL PUEBLO DE PAMPAS
Luego
de estar un par de semana en el poblado de Salcabamba debíamos regresar a
Pampas, esta vez el camino me pareció más fácil aunque empezó a llover y la
tierra húmeda impedía que bajáramos rápido, Roberto y yo nos habíamos hecho más
amigos él se tomaba su tiempo para caminar, iba contándome de lo mucho que le costó
adaptarse a este lugar, que estaba a punto de renunciar al igual que yo cuando
subía a Salcabamba.
por
fin llegamos a Pampas donde nos esperaba el médico jefe, esta vez parecía más
amable recibió a todo el personal de salud que veníamos de circuito cansados y
hambrientos, tomamos el desayuno que había enviado a prepararnos no saben las
delicias que veían mis ojos unos tamalitos calientes con pan recién echo y
leche de vaca todo eso me pareció un manjar, cuando acabamos de desayunar se
acerco el médico jefe y dijo quiero pedirte disculpa porque cuando viniste no te pude dar la bienvenida,
estaba en una reunión muy importante así que me presento ahora mi nombre es
Alberto te doy la más cordial bienvenida extendiéndome la mano, su mirada era
profunda como queriendo leer mis pensamientos le respondí el saludo con una
sonrisa tímida insegura, Camila ya sabes donde está la residencia de serumista
mira ahí al frente terminando el camino, tu habitación esta a lado de la
habitación de Roberto, luego miro a la enfermera Amelia y le dijo por favor
acompáñala así se acomoda de una vez y a las 9 de la mañana empieza la
atención, normalmente es a las 8 de la mañana pero como recién llegan de
circuito merecen acicalarse.
Entre
a mi habitación, había dos camas de plaza y media, un closet donde podía
colocar mi ropa, la ventana daba para un jardín que dirigía a la lavandería
entro Amelia y me dijo ¿te gusta tu habitación? más o menos le respondí y la
otra cama ¿para quién es? Pregunte, esa cama esta por si viene alguien de
visita y con una mirada misteriosa me
dijo sabes que aquí murió una enfermera, ¿tu como lo sabes? le pregunte, me
contó una técnica de enfermería que se fue después que yo llegara, dicen que
fue por un ataque cardiaco por que vio algo que la asusto muchísimo; ¿que
vio Amelia? Le pregunte, dicen que algo
muy feo pero la verdad nadie está seguro que le paso, aquí se va la luz a cada
rato muchas veces nos quedamos a oscuras, eso puede prestarse para cualquier
situación, me quede pensando en lo mucho que odiaba la oscuridad y la fobia que
me ocasionaba, en eso entro de forma inesperada el médico serumista Roberto
dijo ¡ey chicas vengan nos esperan los pacientes, andando¡.
A
diario me atendía 25 pacientes, entre gestantes y no gestantes era agotador el
día a día; cuando era la hora de comer siempre solíamos ir todos en grupo era más
divertido nos reuníamos Alberto el médico jefe, Roberto medico serums, Amelia y
Vilma las enfermeras y yo; una tarde de manera repentina entro al puesto de
salud un hombre se le veía cansado de correr casi asfixiado, estaba eufórico y
nos aviso que su mujer estaba embarazada; que en cualquier momento nacería el
bebe, ¡vamos a traer nuestro material de parto¡ le dije Amelia y ella con un
gesto de cansancio me siguió, los demás de forma sarcástica nos decían provecho
chicas ya les traeremos comida, así que nos fuimos con el señor se le veía muy
nervioso hablaba poco el castellano pero lo suficiente para entenderlo me
dirigí a el y le pregunte ¿cómo se llama usted? Y me respondió Arturo señorita, Amelia me dijo este hombre
no tiene buena cara esta muy nervioso, así que decidí preguntarle ¿señor Arturo
es su primer bebe? si señorita es el primero, mire Amelia ella movió la cabeza
como entendiendo el porqué de los nervios de Arturo; al poco tiempo llegamos a
su casa, entramos pude observar que la estaba atendiendo la partera y una
señora ya mayor parecía la madre de la paciente, como todo iba bien decidí
quedarme al margen y no intervenir en la atención de parto, la verdad era
sorprendente la manera como las mujeres andinas paren a sus bebes, ingrese a su
habitación pude observar un cuero de carnero tirado en el suelo, la embarazada
traía una faja en su vientre y del techo colgaba una soga que amarraba una
botella, le pregunte a Arturo para que se colocaba esa faja y para que servía
todo eso, el respondió que la partera le
colocaba la faja para ayudar al bebe que continuara bajando del vientre y no
tenga
oportunidad
de subir y complicar el parto, la soga y la botella era para que ella pueda
jalar la soga cuando desee pujar, la botella para que sople en el momento de
salir la placenta y no quede dentro del vientre, me quede atónita por todo lo
que me contaba; pero algún fundamento debía tener la partera para realizar todo
ese ritual; luego la señora empezó a quejarse más de lo normal, los gritos no eran de dolor de parto, los gritos eran
como si algo se le desgarra por dentro, pregunte Arturo ¿Qué tiempo lleva
pujando? Me miro y me dijo mucho tiempo doctora por eso decidí ir a verla,
camine hacia la paciente y dije señora voy ayudarla y ella
grito aléjese para eso está ella señalando a la partera, me quede
sorprendida, me sentí mal pero mi propósito y mi función era evitar una muerte
materna, ya que en este lugar muchas de las mujeres morían en el momento del
parto, deje mi orgullo de lado, continué ahí parada mirando todo el ritual que
realizaba la partera luego ella empezó a gritar en quechua “qamay“,” qamay” que
quiere decir puja, puja y mientras ella estaba en cuclillas le daba la soga
para que la jalara y a la vez pujara, llego el momento que ya no podía hacerlo porque
estaba agotada, me suponía que llevaría muchas horas de trabajo de parto eso me
lo decía su rostro pálido y deshidratado, solo pensaba en colocarle cloruro de
sodio en la vena para hidratarla, pero lo único que hice fue gritar ¡se va a
desmayar¡ no siga, continué gritando una y otra vez ¡se va a desmayar¡, todos voltearon a mirarme
la paciente dijo antes de desmayarse, likay kaq wañuy que quería decir veo la
muerte; así que volví a gritar dejen que la voy atender se va a morir, la
partera me cogió de los brazos impidiéndome que la atendiera y me gritaban
chiki, sawka que quería decir mal agüera o que traía la muerte y me miraban
como eso, como si yo fuera la muerte, que arrebataría a su familiar de las
manos, así que antes que me echaran de la casa le dije Amelia ve llama al
fiscal del pueblo y a Roberto porque
esta señora se nos muere; ya habrán
escuchado esta frase antes esta era mi primera experiencia como obstetriz, pero
eso no te lo enseña la universidad eso te lo Indica la intuición como
profesional capacitada a veces me preguntaba porque estudiaba tanto para traer
un chamaco al mundo y ahora veía la respuesta. Amelia salió corriendo a llamar
al fiscal para que el fuera testigo del
asunto; la paciente seguía desmayada, no veía la hora de que viniera el médico
y el fiscal, me mordía las uñas de los dedos de la mano y movía la cabeza de
manera negativa mientras miraba como le daban aire con un papel de periódico viejo que tenían por ahí, le dije a
Arturo ¿por qué no le dices que me deje atenderla? y el respondió lo que dice
la partera es una orden si ella no te deja es por algo, fue entonces cuando
entro el fiscal de manera súbita y se presento soy el fiscal Alonso Díaz, el
médico mando a decir que viniera aquí, ¿que es lo que pasa?; entonces le
explique lo que sucedía el fiscal dijo en voz alta dirigiéndose a la partera,
si se muere el bebe o la madre tu vas a tener que responder por sus muertes,
entonces tanto la abuela como la partera
se alejaron de la paciente y me dejaron examinarla, tome los latidos fetales,
no se auscultaban pensé que eran por mis nervios ya que escuchaba mas mi propio
corazón que latía a cien por hora, cuando le realice el tacto vaginal me di
cuenta que era un parto gemelar, el primer bebe venia de pie y estaba atascado
con el segundo ¡oh Dios¡ exclame la gestante sangraba mucho; como agua que cae
del grifo, la única manera de sacar a los bebes era a través de una cesárea y
en el centro médico no realizaban este tipo de operaciones, tenía que llevarla
a la ciudad más cercana que era
Huancayo, estaba a dos horas de Pampas en ese momento la Subimos al carro que había
traído el fiscal, la acomodamos; Roberto
llego me pregunto ¿que pasa Camila?, por fin llegas Roberto la paciente entro
en shock sube al carro, acompáñame a la ciudad, Roberto subió de inmediato se
despidió del fiscal, toda esta situación parecía interminable, pensé que se moriría en mis manos Roberto y
yo hacíamos de todo, le administramos suero a chorro un frasco tras otro, en el
otro brazo de la paciente le colocamos un reemplazo sanguíneo, ya no sabíamos
que mas hacer; la señora despertó me miraba y me decía ¡usted tiene la culpa¡
para que llego yo no la llame; respiraba con dificultad lo único que quería es
que se mantuviera despierta, iba haciéndole preguntas, intentaba que me
respondiera pero no había forma, Roberto le tomaba las funciones vitales; la
carretera no estaba asfaltada y el carro no hacía más que saltar la paciente se
me iba durmiendo le colocamos oxigeno; hasta que por fin llegamos al
hospital, estaban esperándonos con una
camilla, Roberto entrego a la paciente a su homologo y se la llevaron de
inmediato a sala de operación, nosotros nos quedamos en sala de espera a que
nos dieran alguna noticia, luego nos avisaron que los bebes habían muerto y que
la madre estaba en estado de coma; en ese momento pensaba si podría continuar
luchando contra la idiosincrasia de las personas del pueblo donde me enviaron a
trabajar y venia con toda la ilusión del mundo hacerlo.
Roberto
me quedo mirando y me dijo no te sientas mal has hecho lo que debías si no la
traíamos se nos moría en su casa.
Tomamos
el carro de regreso a Pampas, cuando llegamos el médico jefe nos miro con cara
de pena y con voz molesta nos dijo que sea la última vez que se van de
emergencia sin mi permiso, ahora vayan a la residencia coman algo y descansen
que mañana será otro día.
Eran
las 8am, entre mis pacientes había una señora muy bien vestida esposa del
alcalde del pueblo de Pampas, la señora se llamaba Violeta; venia a su control
mensual y siempre seguía mis consejos al pie de la letra, era profesora en el
colegio de primaria de Pampas, cuando estaba con ella apareció inesperadamente
un hombre gordo, tenía la nariz que parecía la de un pavo; la auxiliar Elsa
toco la puerta y dijo discúlpame Camila
pero este señor tiene apuro de hablar contigo; moví la cabeza y le dije déjalo pasar, el señor cerró la puerta como si fuera su casa, cogió su panza y
empezó a decirme yo conozco a Violeta, el hijo que lleva es mío lo único que
quiero es que lo pierda ¿usted me entiende verdad?, es que yo soy casado civil
y católico, además mi esposa me cortara los huevos, luego me quitara todo lo
que tengo por qué Ud. sabe que la mitad del pueblo de a lado es mío, así que
dígame cuanto me cobrara por deshacerse de este embarazo pídame lo que quiera,
cuanto deseas que te pague 1000, 2000 ,3000 soles; me puse muy seria para mí
era un insulto tenía unas ideas muy conservadora y nunca paso por mi cabeza
realizar un aborto, le dije lo siento mucho pero mi labor es que este bebe
llegue a nacer, si usted quiere otra cosa esta hablando con la persona
equivocada, Violeta empezó a llorar como los niños y le pregunte ¿quieres
abortar a tu bebe Violeta?, no me respondió; en eso el gordo panzón me dijo
aquí se hace lo que yo quiero doctora por si no lo a entendido, yo muy molesta
le respondí en este consultorio no va hacer lo que usted quiera señor, se rió sarcásticamente
y dijo ¿de quién crees que es este puesto de salud?, la silla donde tu culo está
sentado ¿de quién crees que es?, cada vez estaba más molesta pero no podía
dejarme llevar por mi rabia; le dije ¡salga de aquí¡ ¡por favor¡ hubo un
segundo de silencio y el hombre gordo
con la cabeza decía que no se movería, así que dije entonces la que se va soy
yo; me pare, Salí me dirigí rápidamente
al consultorio de Alberto el médico jefe entre
a su consultorio sin avisar y le dije hay un hombre en mi consultorio ordenándome que realice un
aborto, el doctor se levanto de la silla
y dijo ¿quién es? el señor Hidalgo; no se le respondí pero te voy
avisando que no lo haré; caminamos hacia mi consultorio entramos, miramos como
ese señor zarandeaba a Violeta y le decía ¿cómo te lo hago entender? ¿Qué no
quiero ese hijo? y ella le decía pero ya te he dicho el bebe no es tuyo y la
empezó a golpear, Alberto lo cogió de la mano diciéndole eso si no te lo
permito Hidalgo, vamos a mi consultorio y se lo llevo, el hombre con su dedo
gordo me señalo diciéndome tu como sigas
contrariándome no sabes lo que te puede pasar, ¿Cómo me estas amenazando?,
Alberto intervino diciendo Camila tranquila ya nos vamos, Violeta se fue detrás
del como si fuera un cachorro detrás de su amo, me senté pensando quien era ese
hombre, no era el alcalde a él ya lo había visto por foto, y por que el gordo
panzón decía a voces que el bebe de Violeta era de el, no lograba comprender
pero no podía perder más tiempo, tenía que continuar atendiendo a mas de 10
paciente que esperaban impacientes.
Había
empezado mal el día después de comer entro sonriendo Elsa la auxiliar de
enfermería y me dijo ahí viene el médico de la sierra alta, con una paciente
creo que está embarazada, salí corriendo venia hacia mí el médico un hombre
alto muy guapo, traía en brazos a una mujer, era una señora que estaba
embarazada y se quejaba de dolor; le dije colócala en la camilla, luego Salí
del consultorio buscando a Elsa la mire y le dije trae el material de siempre y también el material de sala de
parto, volví a entrar al consultorio, el médico
de la sierra alta me dijo ¡hola obstetriz¡ te traigo una paciente tiene 8 cm . de dilatación, iba de
camino a Huancayo hasta que le hice un tacto vaginal y su trabajo de parto esta
muy avanzado, es su primer bebe; yo me sonreí y le dije tranquilo no te
preocupes que te ayudo atenderla, si pero hay algo que lo complica dijo el medico
mientras yo me colocaba la bata de sala de parto, ¿de qué hablas? le pregunte,
el medico me miro respondiéndome creo que viene de pie, ¿qué? ¡No puede ser¡ ¿y es primeriza? Pregunte y el
médico con la cabeza acento, ¡joder¡ las
cosas se complican de verdad, vaya día que llevo; el medico me miro y me dijo
¿no me digas que te paso algo peor que esto?, respire hondo y le dije algo
similar, cuando examine los latidos fetales del bebe estaban bien dentro de lo
normal, le hice el tacto vaginal y era cierto venia en posición podálica, podía
tactar el culito del bebe intentaba recordar las maniobras que siempre me han
enseñado y también los partos podálicos que había atendido en el hospital con
ayuda del ginecólogo; joder dije es verdad viene de nalga mire al medico con
preocupación, después de un silencio me dice me llamo Pablo y me extendió la
mano yo Camila le respondí mostrándole mi mano enguantada se sonrió y se
sonrojo como un tomate, Camila traje a la señora Gloria al centro de salud por
que era mejor atenderla aquí que por el camino lleno de tierra, sin nadie quien
me ayude de pasada te conocía, ya que todos no hacen mas que hablar de ti, vaya
no sabia que era tan famosa y me eche a reír, bien le dije vamos a prepararnos
ponte la bata y los botines para entrar a sala, luego me dirigí a la paciente y
le dije ¡hola Gloria¡ mi nombre es Camila voy atender tu parto, debo decirte
que esta complicado por que viene de potito o de culo y vas a tener que
ayudarme; me cogió de la mano y me dijo
señorita la ayudo en lo que usted me diga pero saquéelo ¡por favor¡
duele mucho, cuando volví a examinar el bebe ya estaba en el canal del parto,
veía como su nalga se acercaba cada vez mas, vamos a darle su tiempo para que
salga del todo le dije a Pablo, llame Amelia y le dije que me calentara un
campo estéril o una mantita estéril para coger al bebe, en eso la paciente
cerro sus piernas y grito así no puedo parir señorita, quiero hacerlo de
rodillas por amor a Dios; le intente de explicar que debía hacer una maniobra
difícil y que por favor se quedara echada,¡ no¡ grito la paciente se paro y de
manera rápida, se fue a una esquina del consultorio, ahí se puso a pujar la
mire y una vez mas tuve que ambientar la sala de parto para atenderla como ella
deseaba, solo pensaba el tiempo que tenia tan solo 10 segundos para reaccionar,
todo esto me hizo pensar por que el gran porcentaje de las mujeres se atendían
con la partera y no con la obstetriz, me di cuenta que era por que la partera
las atendía de la manera que ellas querían en cuclillas, en la cama en el agua
donde mejor ellas se encontraban, no tenían que seguir unos parámetros, ni
protocolos así que recordé a una obstetriz del hospital donde hice mi internado
ella decía:
“cuanto
mas cómoda esta la paciente mas fácil será atender un parto podálico“, así que
tire mi campo estéril al suelo la paciente se arrodillo, Pablo cogio a la
paciente por debajo de sus brazos e hizo de soporte, cogi el paño tibio para
que el bebe por reflejo no hiciera hiperflexión
de cabeza y brazos y se atascara, deje que saliera su cuerpo, lo cogi ayude a
sacar el brazo izquierdo, tire suavemente su cuerpo hacia abajo y hacia atrás
para que saliese la cabecita de manera suave y rápida; Amelia tomo al bebe en
sus brazos mientras yo me sentaba y cortaba el cordón umbilical, terminamos de
atender el parto, respire hondo pensé
que me desmayaría antes de que naciera el bebe, pero gracias a dios nada de eso
paso, nació un bebe fuerte grande con llanto vigoroso, gloria me agradeció y
Pablo también; mientras sacaba la placenta
Pablo me confeso que le daba mucho miedo atender un parto de este tipo,
por que una vez vio atender un parto podálico donde quedo
Atascado
la cabeza del bebe y murió, yo le dije eso suele pasar pero gracias a dios a nosotros no, acabe con
el parto de Gloria, me fui a quitarme toda la ropa de parto y lavarme las
manos, fue cuando pensé en buscar a la
partera.
Una partera con hidalguía
La partera era un personaje importante en el
pueblo, me preguntaba ¿donde vivía?,¿Dónde podría encontrarla?; estábamos todos
reunidos le dije Pablo ¡vamos a comer¡, el respondió no puedo Camila vine
rápido y no traje la billetera, Amelia dijo no te preocupes el medico jefe paga, todos se echaron a reír
y el medico jefe movió la cabeza y dijo vamos yo invito, pero solo a Pablo
¡eh¡ fuimos a comer todos los del centro
medico y como de costumbre empezaron a ser bromas, Roberto decía el día mas
negro de Camila, le hubieras dicho al gordo que te pagara la comida para todos,
no me hacia mucha gracia sus bromas
porque todo lo que me paso el día de hoy me hizo pensar lo bueno y lo malo de
mi trabajo, ¿que piensas? pregunto Amelia, pensaba donde vive la partera no se
nada de ella después del percance que tuvimos, no la veo ni siquiera se como se
llama y nadie me da razón, por que no vas al municipio seguro que ellos saben
algo, su dirección o donde trabaja, eso hice me dirigí a la alcaldía que estaba
en la plazuela del pueblo, subí las escaleras cuando llegue había en el
mostrador un joven con mirada extraña a lado de el había una plaquita que decía
informes, me le acerque y le pregunte
puede
facilitar el nombre y la vivienda de la partera del pueblo, claro me dijo es la
señora Clementina vive en la montaña cerca de una gruta donde se encuentra la virgen
de la aparecida ¿sabe donde queda señorita?, respire profundamente y le hice un
gesto con la cabeza diciéndole que no, bueno me dijo tiene una sobrina que
trabaja en uno de los puestos del
mercado, pregunta por Sandra vende medicinas Tradicionales, ella te llevara
donde la partera Clementina, cuando estaba saliendo de la alcaldía escuche que
gritaban ¡doctora¡, voltee venia corriendo el joven de los informes todo
agitado, me dijo la partera esta en el segundo piso si le urge verla, ¡muchas
gracias¡ exclame, camine hacia las
escaleras pensando que le diría cuando la tuviera frente a mi, cuando llegue al
segundo piso había mucha gente formando cola para realizar pagos distintos no
podía reconocer a la partera, aquella mujer que se negaba a que le ayudara
atender el parto gemelar y tuve que llamar al fiscal, trataba de recodar su
rostro pero con los nervios de ese día no me había percatado de ella, me
acerque a la ventanilla de pagos todos empezaron a silbar pensando que me
estaba saltando la cola, así que no me quedo mas que decir en voz alta estoy
buscando a Clementina, la partera del pueblo; me dijeron que estaba aquí, todos
guardaron un silencio sepulcral nadie decía absolutamente nada, hasta que una
señora de cabello negro muy largo que le llegaba hasta la cintura, bien peinado
y brilloso, con una mirada profunda y gestos de pocos amigos respondió soy yo
que desea, ¡hola¡ le dije soy Camila la obstetriz del centro de salud, quería
hablar contigo, te acuerdas de mi, ella me miro con gesto de rivaldia y me dijo
claro Camila cuando quieras hablamos, entonces te espero en la jugueria de
enfrente donde la señora Filomena, bien me respondió, pasaron 10 minutos Clementina ingreso a la
jugueria, todas las mujeres que se encontraban dentro le hacían reverencia
haciendo un gesto con la cabeza, ella andaba con una hidalguía en su postura me
dijo soy toda oídos doctora, siéntate Clementina quería hablarte de mi relación
con las mujeres del pueblo, sabes como es la ideología de las pacientes
embarazadas en este lugar, así que deseaba aclarar algunos puntos contigoy así
poder trabajar juntas, de que punto habla doctora, en primer lugar no soy
doctora soy obstetriz, pero si deseas iniciar una amistad conmigo llámame
Camila, me miro con cara de aburrida así que trate de resumirle mi propuesta y
le dije quiero que me ayudes a
ganarme la confianza de las pacientes
del pueblo, si no perderé mi trabajo a cambio yo te enseñare como prevenir
muchas enfermedades de las mujeres y
poder reconocer un parto anormal
donde deberás pedir la presencia de un
medico, ella sonrió y me dijo eso me gusta me extendió la mano yo le
acepte, le ofrecí un jugo especial que estaba echo de fresa, papaya, zanahoria,
remolacha, miel de abeja y algarrobina ella me miro firmemente a los ojos, le
dije que pasa Clementina me respondió ten cuidado Camila aquí hay muchas
personas que te quieren ver lejos, pueden hacerte daño; yo pensando que hablaba
de los pacientes entonces le respondí si Clementina por eso te pido que me
ayudes a ganarme la confianza de las gestantes y ella me respondió no te hablo
de los pacientes te hablo de gente poderosa; cuídate por favor se levanto y
dijo mañana voy al centro de salud a verte y se fue, desde entonces empezamos a
trabajar juntas; nuestro principal objetivo era evitar muertes maternas y de
recién nacidos así que desde entonces las pacientes venían a mi consultorio y
me decían la señora Clementina dice que debo hacerme mi primer control de
embarazo con usted con gesto de inconformidad.
Con
ayuda de Clementina sabia lo que ellas querían, algunas me pedían que fuera a
su casa a realizarles el control pre natal por que no sabia donde dejar a sus
otros hijos o que les atendieran su parto en cuclillas otras en su cama, yo
tenia que ingeniármelas para hacerlo, parece muy fácil como lo cuento pero
cuando se es la primera vez no sabes si saldrá bien o no, pero tenia que
hacerlo por la comodidad de la paciente y por la mía también.
Cuando
empecé a entender que no podría luchar contra las ideas y costumbres de las
mujeres de los andes del Perú y venir a
imponer mis ideas, si no todo lo contrario debía acoplarme a ellas; es ahí
donde las cosas fueron mejorando las
pacientes fueron visitándome, hicimos un
grupo de promotoras de salud reconocidas por la dirección de salud de Huancavelica
y Clementina era la presidenta, había una representante por cada sector del poblado, la representante
nos avisaba de algún enfermo o alguna emergencia de su sector, me alegraba
mucho el afecto y la confianza que había obtenido con esfuerzo.
Las
mujeres que les atendía su parto por agradecimiento me traían como Regalo
gallinas vivas, una de ellas una vez se apareció con un cerdito me daba mucha
ternura pero siempre acababa por devolvérselo por que muchos de sus hijos lo
necesitaban mas que yo; a Clementina le encantaba estar a mi lado no se perdía
ningún parto y me decía descríbeme los mecanismos del parto como te enseñan en
la universidad y empezaba a explicarle, le decía que no podía fallar ninguno,
si no empezaban los problemas durante el
parto y es cuando debíamos derivarlas al
hospital, Clementina hizo un gesto un poco desagradable pero estaba segura que
poco a poco aprendería hacerlo, las cosas mejoraron mucho, llego el mes de
junio y como en todos los pueblos celebraban el mes de santiago, donde
adornaban las orejas de sus vacas con
cintas de colores y a los toros les colocaban
campanitas en sus orejas, las hacían recorrer todo el pueblo y la gente
los acompañaba bailando por las calles,
también se tomaba una bebida típica de la serranía le llamaban “el calientito“,
era una bebida de durazno con ron y lo calentaban en leña.
Una
paciente nos invito a la fiesta de santiago ella iba ser la mayordomo eso
quería decir la encargada de la fiesta de ese día, a si que estábamos obligados
a ir aunque no me hacia gracia la idea ya que los esposos de mis pacientes se
ponían muy pesados cuando bebían; pero el medico jefe me recomendó que debía
hacerlo si no lo tomarían como un desaire o desprecio y empezaría como al
inicio de cero, me había costado mucho
ganarme la confianza de la gente del pueblo así que decidí ir, le pregunte Amelia ¿vas a ir a la
fiesta?, si me dijo allí Irán todos los chicos de ingeniería así que yo no
falto, fuimos todos los del centro medico la gente nos recibió muy feliz con banda
de músico ya que para ellos era un honor tenernos en su fiesta, el medico jefe
y el medico serumistas estaban contentos a mi también me gusto la atención
hacia nosotros, pero habían muchas personas en estado de ebriedad, me hablaba
al oído contándome sus vidas, ya deseaba retirarme pero no podía hacerlo hasta
probar la comida típica que resultaba ser el cerdo a la leña, se veía rico así
que espere; cuando mire al fondo de la calle visualice a la partera la llame
por su nombre Clementina, la bulla no dejaba
que escuchara mi llamado, grite mas fuerte entonces ella me miro y se
acerco hacia mi sin pensarlo; lo que no percate es que se había tomado mas de 4
calientitos a si que tuve que escucharla todo la santa noche sobre el pacto que
teníamos y lo bien que trabajamos juntas, había algo en ella que la hacia mas
interesante, era que sabia si una mujer estaba embarazada o no solo con tomarle
el pulso a temprana edad gestacional y cuando ya estaba de menos de 4 meses
sabia que sexo era, eso me impactaba mucho ya que cuando enviaba a las
embarazadas a que se hicieran una ecografía o un análisis de embarazo en la
ciudad, ellas iban donde la partera y Clementina les decía si estaban
embarazadas o no antes de que yo pueda hacérselo a través del examen físico, siempre
tuve la inquietud de que me contara como
lo hacia, pero no había manera de que hablara así que pensé ahora que esta un
poco subida de calientitos le preguntare, seguro que me lo cuenta, ella estaba
apoyada en una pared, me decía salud Camila por la niña de los ojos felices,
entonces le pregunte Clementina ¿dime como lo haces?; como hago que Camila yo
se preparar muchos brebajes para el amor tu me señalas a quien quieres llevarte
al altar o a la cama y yo lo preparo todo, no Clementina yo quiero saber lo de
identificar el embarazo a través del pulso, Camila hoy no hablemos de trabajo;
no seas agua fiesta, por favor Clementina cuéntamelo, ella me miro con unos
ojos desorbitados por la bebida que había ingerido; por un momento pensé que me
lo diría pero nada de hablar, con un gesto de molestia me dijo sabes Camila no
te lo puedo decir por una sencilla razón, que esto es un don que se trasmite de
generación en generación, si te lo cuento desaparecerá este don; solo puedo
contárselo a uno de mis hijos al que tenga la misma vocación que yo, la mire
con mucha incredulidad claro que dude de su explicación pero bueno me di por vencida y ya no pregunte mas, me dije a mi misma otro día será.
Alberto
el medico jefe, Amelia y yo llevamos a Clementina a su casa, la pobre estaba
muy ebria que no podía sostenerse en ambos pies, solo decía: alguna vez acabare
contigo ¡hijo de puta¡, nosotros nos mirábamos no sabíamos a quien se refería;
en su casa estaban su hija una adolescente muy bonita que tendría unos 16 años
y su hijo un niño de unos 8 años la recibieron muy enojados por su estado de
ebriedad, nos dieron las gracias, mire su casa era un hogar muy bien amoblada,
pensé ella es una mujer importante en el pueblo, me preguntaba quien le pagaría
toda esas comodidades por que de su esposo nunca hablaba, no sabíamos nada de
el solo que un buen día desapareció de
la faz de la tierra, regresamos al lugar de la fiesta para buscar al chofer del
bus que nos había llevado pero se había puesto hasta la medula de ron, estaba
tan ebrio que no reconocía a nadie,
Alberto dijo tenemos que caminar unos 10 Km . para llegar al pueblo,
todos nos mirábamos porque nadie tenia ganas de caminar, estaba muy oscuro
teníamos que iluminarnos con una linterna, Alberto dijo no hagan ningún ruido caminemos rápido y
en silencio, en ese momento me puse a
pensar en los muchas veces que Vilma me contaba sobre los de sendero luminoso
que era un grupo terrorista cuando
alguno de su cúpula era herido por alguna reyerta se iban al pueblo mas cercano
y secuestraban algún medico o enfermera, casi corríamos nos daba mucho miedo
todos rumoreaba sobre la presencia de sendero luminoso y las matanzas de la
gente de los pueblos andinos Alberto dijo quieren callarse, por fin vimos a lo
lejos la luz de la plaza del pueblo, llegamos a la residencia exhaustos
discutimos por quien iba ser la primera en bañarse pero como siempre gano
Amelia, luego nos echamos a dormir hasta el día siguiente.
la
noche siguiente la radióloga Pegi, una mujer pequeña muy delgada tenia una cintura
de abeja; me dijo Camila ¡por favor¡ puedes hacerme mi guardia tengo problemas
familiares y debo irme a Lima, claro le respondí pensando que en cualquier
momento me podía devolver el favor, esa noche de la guardia era la mas oscura
por que se habían robado el cable eléctrico y no teníamos luz en todo el pueblo
y dentro del centro de salud solo funcionaba la luz electrógena, esa noche solo
nos encontrábamos el guardia de seguridad y yo, pero el guardia se quedaba en
una caseta que estaba a la entrada del centro, cuando no habían pacientes me
distraía esterilizando guantes
quirúrgicos, cuando tenia sueño usaba las camas de los pacientes que estaban
vacías para descansar, además por las noches no había mucho trabajo, era todo
silencio solo se escuchaba el sonido de las vacas de las fincas que se
encontraban a los alrededores y el chillidos de las lechuzas todo eso
me daba mucho miedo pero no podía hacer nada solo esperar que terminara mi
turno. Eran las 11 de la noche cuando tocaron
la puerta de emergencia, ¿quien es? pregunto el guardián Edgardo que era
un hombre de unos 50 años fornido y siempre paraba hablando de su familia era
muy agradable; entonces volvió a preguntar con voz mas enérgica ¿quien llama a
la puerta? aparecieron dos hombres uno de ellos gritaba de dolor y el compañero
decía ¡oiga viejo abra la puerta¡ quiero que me atienda de inmediato;
acaso no me ha escuchado, ¿sabe quien
soy yo?, Edgardo abrió la mirilla de la puerta y le dijo que pasa señor por que
grita, soy Sebas militar de la fuerzas armadas de este mugroso pueblo,
Edgardo abrió la puerta los miro, al saber que eran militares de las fuerzas armadas les
pregunto, ¿ustedes que hacen aquí?, que lo atienda su medico de las fuerzas
armadas; por un momento no se escucho nada pero luego Edgardo exclamo ¡en el
centro de salud no hay nadie¡ para que lo atienda, así que háganme el
favor y váyanse, el hombre grande lo
empujo, el hombre mas pequeño que parecía tener cólicos empezó a reírse y le
dijo quiero que me atienda la matrona se que esta aquí dile que salga, entonces
mi corazón empezó a palpitar corrí hacia las habitaciones, al sentir que los
pasos del hombre pequeño venían hacia mi instintivamente cerré la puerta de
hospitalización con picaporte, cuando llego a la puerta empezó a tirarle
patadas y yo gritaba el nombre del guardia ¡Edgardo ayúdame por favor ¡ ¡ayúdame¡ una y otra vez, parecía que la
puerta se abriría de la fuerza echa por las patadas del individuo; también
escuchaba como Edgardo se peleaba con el otro hombre el mas grande y al
escuchar mi voz de auxilio se desespero, tiro dos disparos al aire todo se
quedo en silencio, pensé que Edgardo habían matado alguien o los militares habían podido matar a Edgardo y yo seria
presa para ellos, seguí gritando ¡ayúdenme por favor¡, ¡ayúdenme¡ en eso el
hombre pequeño que pateaba mi puerta dijo que le pasa viejo solo queríamos
divertirnos un poco, Edgardo con toda las fuerzas de su puño le tiro en el
rostro abriéndole la piel de la cara, el hombre empezó a sangrar yo lo miraba
por el cerrojo de la puerta, entonces edgardo dijo ahora si necesitara un
medico, lárguense, el hombre grande le
dijo mira viejo regresaremos
nuevamente, no le tenemos miedo y da
gracias a Dios que no he traído mi arma si no estarías rogándome que no te
matara, el hombre mas pequeño iba limpiándose la nariz con la manga de su
camisa mientras salía del centro medico, Edgardo le echo seguro a la puerta,
Salí de sala de hospitalización llena de miedo, no se preocupe señorita ya se
fueron yo estoy aquí para defenderla; ¡muchas gracias¡ Edgardo le dije a la vez
que lloraba desconsoladamente, Edgardo estaba moviendo la mano con la que
golpeo al hombre, ¿se hizo daño? Le pregunte ¿déjeme que se lo veo?, no es nada
señorita mas bien voy a prepararle un te que esta muy nerviosa, primera vez que pasa algo así en el centro de
salud, me entrego una taza de te y dijo ahora voy a llamar por teléfono al
medico jefe para que se entere de lo sucedido.
EL MEDICO DE LAS FUERZAS ARMADAS
Había amanecido eran las 8am apareció el medico
jefe Alberto y un policía, cuando me vio me llamo ¡ven Camila¡, buenos días
doctor le dije mientras me iba acercando, respondió a mi saludo y dijo deberás
ir a la comisaría para colocar la denuncia contra los dos individuos de anoche,
marque la tarjeta de salida, me subí al carro de los policías; me llevaron a
comisaría presente mi denuncia estuve cerca de una hora dando mi declaración,
por fin pude ir a mi habitación a dormir; caí rendida en la cama cuando a la
tres horas apareció Amelia muy emocionada, y me dijo sabes acabo de ver al
hombre mas guapo de este lugar, pero como sus gustos masculinos no coincidía
con los míos no le hice mucho caso y
dije Amelia ¡por favor déjame descansar¡ pero ella insistía diciéndome,
es el nuevo medico de las fuerzas armadas se llama Tom es muy guapo tiene ojos
marrones claros, sus labios carnosos muy rojos como si estuviesen pintados, es
precioso, yo con actitud molesta le respondí esta bien tienes todo el año de
serum para conquistarlo, Amelia se sonrió y con una mirada como tramando algo
me dijo debo pensar la manera como enamorarlo, yo casi a empujones la saque de
mi habitación por que a las 2 p.m. debía
regresar a trabajar, me aliste y salí hacia el centro de salud, pero antes
de ir a mi consultorio pase por el servicio de laboratorio encontré a Daniel Un
hombre de color, alto y le dije Daniel tienes los análisis de orina de mis
pacientes, si Camila tienes 2 pacientes que tienen inicio de infección urinaria
ojito, ojito ¡eh¡ esta bien le respondí, Daniel y yo éramos muy buenos amigos yo estaba de espalda a la
puerta jugando con un microscopio y
Daniel dijo ¡hola Tom¡ que haces por aquí, yo voltee de forma rápida y vi un
hombre alto delgado pelo castaño, ojos claros lo mire y no podía creerlo era un
vecino que vivía en Lima en el mismo
barrio que yo, llamaba la atención por que todos los domingos iba a la iglesia
con su familia y de lejos
intercambiábamos miradas a la hora de la
misa, en ese entonces yo participaba como catequista del grupo de confirmación de mi barrio, imagínense Perú un
país tan grande y encontrarme con el vecino a quien nunca había hablado pero
que siempre compartíamos miradas, pero en ese momento parecía que éramos
grandes amigos nos abrazamos con tanto cariño,
Daniel el de laboratorio nos preguntaba ¿se conocen? y le respondimos
que si aunque ninguno sabia el nombre del otro, el vecino se sonrío y dijo me
llamo Tom y yo Camila, me entro una alegría en el alma de ver un rostro
conocido, Daniel volvió a preguntar ¿se conocen? ¿o no se conocen?, claro que
si dijo Tom pero solo de vista, somos vecinos le dije; bueno otro día hablamos
porque los pacientes empezaran a reclamar, entre al consultorio para atender a
mis pacientes, Amelia entro al consultorio preguntándome si era verdad que era amiga del nuevo medico,
¡si ¡lo conozco de vista pero no se nada de el, Amelia dijo con el ceño
fruncido pero sabes que yo lo vi primero, ella continuaba con su plan de
conquista; pero ahora le entendía, Tom era un hombre guapo y de buena familia,
le pedí Amelia que saliera del consultorio y llame a la paciente la señora
Cándida, Amelia salio y grito señora Cándida su turno pero antes de entrar la
paciente se asomo Tom y dijo cenamos esta noche Camila, me asombro mucho su
propuesta y respondí claro por que no en este pueblo no hay mucho que hacer, el
me miro con esos ojos de color marón intenso y pregunto ¿a las 6 de la tarde te
parece bien?, ¡si ¡ claro le respondí, estaba tan nerviosa que no se me ocurría
decirle otra cosa; en un pueblo tan pequeño encontrar un hombre guapo simpático
y distinguido era muy difícil así que pensé que estaría en la mira de muchas
chicas así que no me hice mucha ilusión.
Era
una noche de lluvia empezaba a caer granizada que son copos de hielo y debíamos
correr para llegar a nuestras habitaciones, apenas nos daba tiempo de arreglar
nuestra residencia y así esperar la llegada de mi vecino que ya no era ningún
desconocido y claro me olvidaba que también venia Amelia en plan
conquista,
al poco rato Tom toco la puerta, salio la señora Carmela que era una señora ya
mayor de edad y nos ayudaba con la limpieza de la casa, ya se había corrido el
rumor de que la fuerzas armadas tenia un nuevo medico, la señora Carmela lo
reconoció de inmediato preguntándole ¿usted es el medico de las FAP? (fuerzas
armadas del Perú), el respondió con jubilo sí señora el mismo para servirle,
Amelia y yo salimos de nuestras habitaciones que estaban en un segundo piso,
donde las escalera eran de madera y cuando la pisábamos crujía tan fuerte que
rápidamente se dieron cuenta que estábamos acercándonos, Tom me miro fijamente
y me dijo vaya te ves mas hermosa sin el uniforme de obstetriz, mi cara se
sonrojo por tal halago, Amelia me miro con rivalidad y dijo ¡buenas noches¡ señora Carmela nos vamos a
cenar, los tres salimos al único lugar que había en el pueblo donde tenia
tantas comodidades y además vendían un pollo a la brasa riquísimo que se olía
de lejos, estábamos eligiendo entre un pollo a la brasa o a la leña, muy
amistosamente y con gestos provocativos casi hasta obscenos Amelia le decía a
Tom que el pollo a la leña estaba para chuparse los dedos, luego se nos
acercaron una señora de tez blanca gruesa y con un rostro maternal cogida de la
mano de un señor que tenia parecido a Tom y con un niño parecido a las caricaturas
de dibujo, nos saludaron cordialmente, luego Tom sorprendido pregunto ¿que hacen aquí ?que
alegría me da verlos, luego se dirigió a nosotros y nos dijo les presento a mis
padres y mi hermano menor y sin terminar la frase su madre lo interrumpió rápidamente y con una voz
entrecortada dijo hijo tenemos que hablar, al interpretar el rostro de la
señora no se trataba de buenas noticias, Tom se paro de la mesa, se disculpo y
se dirigió hacia la parte trasera de la sala detrás de el salía su mama y su hermano
menor, su padre me miro fijamente y me dijo Tom me hablado de ti, sabes que el quiere dejar el serums de las FAP,
sabes que si lo hace lo sancionaran por 2 años y no podrá ejercer la carrera de
medico públicamente y con la noticia que le vamos a dar se querrá ir lo mas
antes posible a si que te quería pedir un favor, ¡dígame señor¡ le dije, es que
quisiera que lo hicieras sentirse cómodo, no me mal interpretes ósea que lo
unas a tu grupo de amigos a si se siente bien, mis labios de los nervios se juntaron
y mi cabeza decía que si hasta que por fin me salieron las palabras y le dije
haré todo lo que este a mi alcance para ayudarlo a quedarse, el señor sonrió me
dio un apretón de manos seguidas de un beso en la mejilla; me recordó mucho a los padres de familia que
llevan horas esperando que naciera su bebe y cuando les das la noticia que ya
ha nacido su bebe y que gozaba de buena salud te abrazan y besan en la mejilla
con tanta gratitud, luego el papa de Tom salio rápidamente del lugar, voltee a
mirar a Amelia y ella con cara de resignación me decía lo tienes ganado el te
prefiere a ti y su familia también yo estoy haciendo el papel de tonta, y yo
con voz enérgica le dije yo recién acabo
de salir de una relación difícil aun no estoy preparada para otra, además solo
lo veo como amigo, pero sabia muy dentro de mi que había algo en el que me
gustaba seria el misterio que le rodeaba al mirarlo en la misa de las 7 de la
noche y la curiosidad de saber quien era y por que correspondía a mis miradas
en un lugar tan sagrado como la iglesia, Amelia me miro y lógicamente no me
creyó nada lo que le dije salio diciendo ya se me quito el apetito.
Al
día siguiente a las 7 AM estaba marcando tarjeta cuando en eso se me acerca
Daniel el joven de laboratorio y me pregunto en el oído ¿que tal la cena?
¿tienes que contármelo todo?, esta bien le dije pero vamos a mi consultorio a
si mientras arreglo las historias clínicas conversamos, nos dirigíamos hacia mi
consultorio, cuando en eso escuchamos un grito desgarrador y un señor con voz
temblorosa decía mi mujer se esta desangrando ¡por favor¡ ayúdenla; Salí de mi
consultorio y al mirar se trataba de una señora joven de aproximadamente 30
años, sangraba mucho de la parte pélvica se notaba en el vestido que llevaba,
lo primero que pregunte fue ¿esta embarazada? tenia tantas ganas que dijera que
no pero era obvio que la respuesta era todo lo contrario, el señor muy asustado
dijo si señorita tiene 4 meses de embarazo y ya ah tenido 4 abortos anteriores,
le
pedí a la enfermera que la pusiera en una silla de ruedas y la llevamos a mi
consultorio que hacia las veces de sala de observación, le pregunte a la señora
¿cual es su nombre? ella me respondió flor, ¿desde que hora estas sangrando
Flor? y me respondió desde las 2
a .m. doctora, estaba esperando que abrieran el centro de
salud para venir, eso me hizo pensar que la señora no tenia ni idea que se
hacían guardias nocturnas en el centro de salud y que
muchas
veces me despertaron para emergencias como estas, le explique que lo primero que
iba hacer era saber si estaba frente a una amenaza de aborto o aun aborto en
curso, ella me miro tristemente como desahuciada diciéndome yo ya pase por esto
tres veces esta es la cuarta vez, la mire con resignación mientras la echaba a
la camilla y la acomodaba para examinarla, al terminar la revisión me di cuenta
que estaba frente a una aborto habitual y le pregunte señora Flor ¿sabe por que
a tenido muchas perdida?, ella respondió no señorita la partera me daba un
brebaje y eso es todo; guarde silencio y luego le pedí Amelia que le
administrara cloruro de sodio por vía
endovenosa para estabilizarla y que no me hiciera un shock hipovolemico,
una vez que estaba estable le volví a realizar un tacto vaginal para hacerle la
referencia al hospital de Huancayo, mire sus genitales externos y estaban
intactas como la de una niña luego ingrese mis dedos índice y anular para
realizar un tacto pude sentir una vagina muy elástica donde emanaba abundante
sangrado luego ascendí hasta llegar al cuello uterino donde lo pude tactar
totalmente abierto maltratado por los abortos anteriores, salía del
cuello
uterino coágulos de sangre, al terminar mi examen saque ambos dedos de sus
genitales, desnude mis manos de los guantes quirúrgicos mire a la señora como
queriendo que ella adivinara el diagnostico, y le dije señora Flor lo bueno de
todo esto es que usted puede volver a quedar embarazada nuevamente por que hay
mujeres que no logran hacerlo y se les denomina infértiles, así que vamos a
derivarla al hospital de Huancayo que
esta a dos horas del pueblo y le voy a recomendar un ginecólogo para que
estudie su caso, gracias señorita la verdad es que mi marido y yo queremos
tener un bebe.
Entro
a nuestro sala de observación el medico jefe Alberto y me dijo en voz baja ¿que
has encontrado? empecé a describirle el caso que terminaba con diagnostico de
aborto habitual e incompleto y que mi recomendación final era derivarla al
hospital, Alberto me miro fijamente con sus lentes empañados de sudor y me dijo
¿Por qué? Tu colega anterior las atendía aquí, por que tu deseas derivarla a
todas, o es que no te sientes capacitada, lo mire fijamente a los ojos y le
dije no podemos realizar un legrado uterino en este lugar, cerré la historia le
pedí a Amelia que terminara de alistar a la paciente para llevárnosla y lleve
al medico a su consultorio caminamos unos pocos pasos y entramos a su
consultorio, el preocupado me dice ¿que pasa Camila? ¿que tienes que decirme?,
le respondí es un aborto doctor se debe realizar en un lugar con una asepsia extrema
ya que vamos a manipular órganos internos, el me refuto diciéndome que el
estaba totalmente preparado para eso y que era un gasto innecesario llevarla
aun hospital, empezamos hablar de legalidad medica termine diciéndole usted es
el medico jefe si usted así lo desea hágalo, pero eso si yo escribiré en la
historia mis recomendaciones y no participare en el procedimiento por que me
opongo rotundamente, ya que nuestro centro medico no esta preparado para
realizar abortos y menos como el caso de la señora Flor, con antecedentes de
abortos anteriores, Alberto suspiro profundamente y con el ceño en la frente me
dijo me estas desafiando Camila, no doctor le respondí pero según el protocolo
no podemos hacerlo en un lugar nada aséptico y no es una emergencia, tranquilos
podemos llevarla a la ciudad, se sentó miro una y otra vez la historia clínica
de la paciente y dijo me has convencido por esta vez llévala al hospital, el medico jefe firmo la
referencia, yo cogí la historia Salí de su consultorio respire hondo y me
preparaba para referir a la paciente al hospital de Huancayo salía con la
historia en la mano en busca de algún coche, vi a Tom de lejos mi corazón
empezó a latir trate de disimular mi emoción y le dije ¿Qué haces aquí?, el con
su rostro sonrojado por el sol me respondió vengo trayendo a un paciente que
los soldados lo encontraron tirado cerca al rió tiene múltiples heridas pero
esta conciente, no le pertenece a las fuerzas armadas por eso lo he traído, le
dije llévalo a emergencia ahí esta Roberto el medico serum, le mostré donde
quedaba, luego me miro y con esa voz cándida me dijo Camila ayer la pase bien
espero volver a repetir, se acerco Daniel y dijo por que no cenamos hoy los
tres y yo le dije no los cuatro con Amelia; pero primero llevare a esta paciente
a Huancayo pero a eso de la 7 de la noche vas a la residencia,
Tom
un poco avergonzado me dijo bien Camila nos vemos mas tarde y se fue Daniel me
guiño el ojo y yo moví la cabeza de manera negativa, me fui para iniciar un
viaje de unos 200
kilómetros cada vez se hacían mas largas esas dos o tres
horas por que la carretera no existía, todo era una trochadera llena de piedras
y curvas donde a uno de los lados se veía un abismo, la paciente sangraba mucho
pero sus signos vitales estaban estables, le coloque un medicamento para el
dolor por vía endovenosa, su rostro cada vez era mas pálido su esposo me decía
que no la veía nada bien, le respondí que estaba perdiendo mucha sangre, pero
que estaba estable, no podía decirle que no se preocupara por que era algo casi
imposible, el viaje se me hizo largo la paciente empezó hablar quiero dormir
tengo mucho sueño cogiendole la mano a su esposo, la mire y le dije señora Flor
no puede dormir ahora debes mantenerte despierta, así que le pregunte ¿flor
cuéntame como conociste a tu esposo?, ella empezó a contarme, al poco rato el
carro dio un salto por una piedra mediana que había en el camino, el catéter
que estaba administrando el cloruro de sodio se salio de su brazo izquierdo,
inmediatamente le dije al señor que manejaba el carro, ¡pare por favor¡, ¡pare
aquí¡ es peligroso señorita me contesto, pero debo colocarle nuevamente el
catéter, mire al esposo de Flor, es verdad señor dígale que debe detenerse si
no su esposa puede destabilizarse,
¡vamos pare ahora¡ le insistí tanto que paro el carro y encendió las luces de
emergencias, los carros que venían atrás de nosotros tocaban el claxon yo cada
vez estaba mas nerviosa pero tenia que calmarme para poder volver a canalizar
el catéter, el esposo de Flor bajo del carro les explico lo que pasaba a los señores que venían detrás de
nosotros y ellos se tranquilizaron, bajaron de sus carros y fueron a ver lo que
estaba haciendo y a sacar las piedras del camino, todos me apoyaban diciendo
¡tómese su tiempo señorita¡,Termine de canalizar a la paciente y partimos
rápidamente me iba pensando a que hora llegábamos, en ese momento recordé a mi
madre cuando se sentaba a rezar su rosario todos los días a las 7am me pregunte
por que yo no llevaba uno, era hora de pedirle a Dios que me diera una manita
como dicen en mi tierra, por fin llegamos al hospital, nos esperaba el personal
de emergencia con una camilla se la llevaron a sala de operación para
realizarle un legrado uterino, no me dejaron entrar a quirófano con la paciente
porque iba toda bañada de tierra así que me di media vuelta, le entregue la
referencia de la paciente al ginecólogo de guardia, me lo recibió de muy mala
gana por que estaba preparándose para salir de turno, ya estaba acostumbrada a
los desplantes del personal de salud así que cogi mi maletín y Salí del
hospital pensando que ya debería estar acostumbrada a este tipo de emergencias,
tome un taxi y le dije que me llevara al paradero de los carros que van a
pampas, eran las 6 de la tarde y el ultimo carro había salido, no saldría
ningún otro hasta las 6am del día siguiente, pensé lo único que puedo hacer es
ir a un hotel al que tenia un convenio interno con el centro medico era el mas
seguro, estaba caminando mirando un taxi que me llevara al hotel y a la vez buscaba en mi bolso la agenda con la
dirección, en eso escuche que alguien me llamaba ¡Camila ¡ voltee y era el medico serum Roberto, se me acerco y
me dijo todavía por aquí, le conté como me había ido con la paciente y que el
carro tuvo que parar por el camino, Roberto me dijo yo vine a sacar dinero, el
carro también se demoro en llegar por que la carretera esta bloqueada dicen que
los terroristas han puesto una bomba y todos están alarmados; esas noticias
eran muy comunes por la sierra del Perú por eso ya no nos extrañaba, voy a
llamar al centro de salud y avisar que me quedare a dormir en Huancayo en el
hotel, Roberto dijo yo también iré al mismo hotel, vamos caminando me dijo,
¿esta cerca de aquí? le dije toda preocupada; si esta cerca respondió así que
nos fuimos caminando hacia el hotel, cuando llegamos le pedí al hotelero que
necesitaba una habitación pero antes de que tomara mis datos me dijera donde
estaba el teléfono, lo primero que hice fue llamar al centro medico, me
contesto Amelia le dije ¡hola amiga¡ esta noche me quedare a dormir en Huancayo
avísale al jefe, también dile a Tom y a
Daniel que no podré llegar a cenar con ellos, Amelia muy alegre me dijo puedo
ir a cenar con Tom; claro que puedes si el es tan amigo tuyo como mió, colgué
el fono me dio mucha pena por no poder estar con Tom para escuchar sus halagos
y ver sus mirada tierna y en eso
escuche¡ Camila¡ pisa tierra que ¡te pasa¡ dijo Roberto, nada por que lo dices,
tienes tristeza en tu mirada me sonreí, el hotelero intervino en nuestra charla
diciendo no hay habitación de una sola cama solo de dos camas, pueden
compartirlo si desean; que dices lo tomamos dijo Roberto, bueno esta bien le
dije así que tomamos las llaves de la habitación subimos, abrimos la puerta,
había una televisión la encendí para ver las noticias y mientras tanto Roberto
entro al baño y cuando salio estaba en ropa interior, yo me tape la cara
diciéndole ¡tápate hombre¡, ¡que pasa Camila¡ nunca has visto un hombre
desnudo, yo lo mire le respondí ponte pantalón o algo mas grande se sonrió y me
dijo ya me meteré a la cama y me quedare dormido¡ hasta mañana¡, espero que
puedas dormir después de ver mi escultural cuerpo y se rió sarcásticamente, yo
me sonroje tome el mando de la tele y me puse a ver noticias para luego
quedarme dormida.
El secuestro del medico
me
desperté a las 6 AM levante a Roberto le dije despierta dormilón que tenemos
que tomar el primer carro a Pampas, bien Camila
pero espera que despierte del todo, luego bajamos y el hotelero nos dio
la factura del hotel Roberto lo cogio rápidamente se lo guardo en el
bolsillo, le dije Roberto no vayas a
perder la factura luego me lo das que debo hacer mi informe, esta bien luego te
lo doy respondió, Salimos rápidamente
tomamos un taxi que nos llevo al paradero de los carros que iban a
Pampas subimos y había un hombre
delgaducho, muy serio al que Roberto saludo y le dijo ¡como esta alcalde¡, bien
doctor le respondió, Roberto me señalo y dijo aquí le presento a Camila la
obstetriz ; el hombre extendió la mano diciendo ¿como esta señorita? bien le
respondí y ¿como esta su esposa Violeta?, la esta viendo la partera me
respondió seriamente, puedo ir a visitarla le pregunte y me respondió es mejor
que deje las cosas como están, Roberto me cogió de la mano apretándomela como diciendo
que no siguiera con la conversación, así que me callé y me fui en silencio
hasta llegar a Pampas no sabia cual era el misterio que rodeaba a la familia
del alcalde pero estaba claro que no debía inmiscuirme.
Cuando
llegamos a Pampas y entramos al centro de salud estaban todos reunidos en el
consultorio del medico jefe con caras de preocupación, le Pregunte
¿doctor que pasa? y me dijo ayer por la noche pasaron los de sendero luminoso,
esos terroristas de mierda vinieron por aquí en busca de algún medico, bajaron
por los cerros escondidos, nadie los vio y aprovecharon el apagón para … y se quedo callado ¿que paso doctor?
le pregunte, el con la voz entrecortada y preocupado dijo yo estaba en la
alcaldía, Roberto estaba en Huancayo y Tom estaba resguardado por las fuerzas
armadas, y tuvieron la gran idea de llevarse a Pablo el de la sierra alta, ¡no
puede ser¡ y ahora que va a pasar doctor le dije, la policía y las fuerzas
armadas lo están buscando, en eso intervino Amelia, dicen que suelen cogerlo
para que cure a uno de los suyos, les tapan los ojos y los maniatan luego
cuando ya no los necesitan los regresan, los dejan por la sierra tirados por
eso los policías buscan por los alrededores antes de que se haga de noche, por que la noche es peligroso por aquí, el
medico jefe dijo a partir de ahora haremos guardia de dos para cuidarnos los
unos a los otros, ¡por favor¡ no salgan a pasear de noche por el pueblo y menos
solas, en ese momento me entro escalofríos en el cuerpo por que los de sendero
luminoso eran personas muy frías, mataban sin piedad y teníamos que tener mucho
pero mucho cuidado, los pacientes empezaban a reclamar que los atendieran que
ya demorábamos demasiado, Alberto dio por terminada la reunión ; cada uno nos
fuimos hacer nuestros deberes me iba pensando en el rostro tan dulce de Pablo,
cuando lo conocí en el parto podálico, pensé el miedo que debía estar pasando
felizmente en ese momento no habían muchos pacientes así que me fui de visita
domiciliaria con Amelia, ella muy contenta me dijo sabes que ayer Salí a cenar
con Tom y Daniel, le dije que bueno y ¿que paso?, nada es un hombre
impresionante caballeroso, gentil educado que mas te puedo decir así que no lo
olvides soy tu mayor rival, yo me acerque a ella y le dije Amiga ya sabes que el solo me interesa como
amigo, ella se echo a reír, luego le
pregunte Amelia ¿que mas sabes de los de sendero luminoso?, no mucho Camila solo
que van de pueblo en pueblo obligando a los jóvenes, adultos y hasta niños que
se unan a ellos a las buenas o a las malas, se roban su ganado sus cosechas y
todo lo que pueden, no se que es lo que piensan solo se que son muy
sanguinarios, la verdad yo creo que se llevaron a Pablo por que en el pueblo en
el que el trabaja no hay vigilancia policial, solo hay una caseta de policías
pero la mayoría de veces no están y cuando están siempre los encuentras ebrios,
llegábamos a un caserío llamado Corinto veíamos a una señora mayor muy asustada
y cuando nos acercábamos se iba escondiendo en su casa, ¿que esta pasando? le
pregunte Amelia creo que a pasado por aquí los de sendero luminoso por eso
están asustados, seguro que les robaron su ganado o su cosecha, que pena y
ellos no pueden hacer nada le pregunte y Amelia con los hombros decía que no
sabia, seguimos caminando, cuando entramos al centro del poblado todos cerraban
sus puertas y ventanas, yo llevaba un megáfono e iba buscando a la señora
Matilde, encendí el megáfono y me puse a
hablar en voz alta preguntando ¿alguien conoce a Matilde? es su fecha probable
de parto, si alguien la conoce por favor avísenme; nos sentíamos como si
estuviéramos en un pueblo abandonado, llegamos a la plazuela y empecé a gritar,
mis ojos no podían creer lo que veía, Amelia me tapo la boca, había un hombre muerto
colgado en la puerta de una casa y tenia un letrero pegado en el pecho que
decía “así mueren los chivatos”, mi corazón latía a cien por hora, Amelia
debemos hacer algo ella respondió vamos al centro medico y avisaremos a la
policía, cuando salíamos del poblado una señora con la ventana ligeramente
abierta que no se le veía el rostro grito” kuurriy, niñachay” quería decir
corran, corran niñas, volví a sentir escalofrió la misma sensación que sentí cuando el medico jefe nos hablo de
sendero luminoso, empecé a correr Amelia me cogio del brazo y me dijo no
corras, si están cerca llamaras su atención así que caminemos, estábamos
pasando por el rió vimos que se nos acercaba un carro todo terreno de color
negro con lunas polarizadas, se paro a nuestro lado pensé que bajaría la
ventanilla para saludarnos o preguntarnos algo, sin embargo hizo todo lo
contrario, empezó a sonar el carro como si estuviera en una carrera de carros y
algo me dijo que debíamos correr, me aleje del carro Amelia hizo todo lo
contrario estaba acercándose en eso la
puerta se abrió instantáneamente, una mano gruesa y velluda la jalaba para
subirla, empezó a gritar “Camila ayúdame” ella se cogio del mango del carro
impidiendo que la metieran yo metí mi mano en el bolsillo de mi chaqueta llevaba
una cuchilla de saca punta de lápiz como un arma de defensa, lo saque me eche
encima de Amelia y le rasgue la piel de la mano velluda una voz gruesa grito
¡hijas de su gran puta¡ corre le dije Amelia y nos echamos a correr el carro
venia atrás de nosotros cortamos camino por los sembrios hasta que llegamos a
la carretera, escuchábamos que el coche se iba acercando, corrimos en medio de
la carretera hacia el pueblo a ver si alguien nos veía o escuchaba, en eso
apareció el coche del señor Arcadio le hicimos señas para que se detuviera, Se
detuvo nos vio llorando y temblando de miedo nos dijo suban chicas, nos
quedamos en silencio el señor Arcadio no dijo nada durante el camino, nos
acerco al puesto de salud bajamos del
coche, el señor arcadio cogio Amelia del
brazo por que se le veía muy acongojada, la llevo hacia el consultorio del
medico jefe el doctor nos vio, salio corriendo y dijo ¿que les pasa chicas?
¿que les han hecho? le contamos lo sucedido mando a llamar al comandante de la
policía mientras nos calmábamos, Alberto el medico jefe no hacia mas que
decirnos les advertí que por el momento no anduvieran solas por los caminos y
menos de noche, al poco rato llego el comandante entro diciendo ¡hola Camila¡
ya es la segunda vez que nos vemos es que vas buscando el peligro, haber
señorita obstetriz cuénteme lo que ha pasado le contamos lo sucedido nos hizo
muchas preguntas y nos dijo un todo terreno de color negro nunca se había visto
en el pueblo solo hay uno pero es gris y pertenece a las fuerzas armadas pero
voy a empezar a investigar dicho carro
haber si alguien mas lo ha visto, miro al medico jefe se dirigió a el y le dijo
les aconsejo que si desean ir de visita domiciliaria apartir de ahora irán
Acompañadas de un soldado que se encuentre de turno,¡ muchas gracias¡
comandante le dijo Alberto el medico jefe, el comandante se retiro jamás dijo
nada por lo que habíamos visto en el poblado tampoco le insistí que me
explicara ellos estaban acostumbrados a
ver esas incidencias.
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